El Gobierno de Cuba defendió hoy a través de sus medios estatales el polémico Decreto 349, que regula la prestación de servicios artísticos y los contenidos culturales, y negó que sea una herramienta de censura como denuncia parte del colectivo de creadores del país.
El Decreto 349, en vigor en breve, contempla hasta 19 "contravenciones" o violaciones de la ley, entre ellas organizar conciertos, recitales o exposiciones sin la autorización del Gobierno o divulgar contenidos audiovisuales o culturales violentos, pornográficos, discriminatorios u ofensivos hacia los símbolos patrios.
Las infracciones se clasifican como "graves" o "muy graves" y conllevan multas de diversa cuantía, confiscación de instrumentos, cancelación de espectáculos y/o suspensión de licencias.
La controvertida ordenanza es un "avance para detener la oleada globalizadora y sus imitaciones nacionales" y "detener el retroceso de la calidad del consumo cultural", argumentó hoy Alina Estévez, directora de Recursos Humanos del Ministerio de Cultura, en una amplia entrevista en el diario Granma.
Estévez explicó que las "bases fundamentales" del 349 son "ponderar, enaltecer y privilegiar la creación artística y literaria" que sea "crítica pero comprometida con el proyecto social cubano", así como "combatir la mediocridad, la banalidad, el irrespeto y el intrusismo profesional".
Esta es la respuesta del Gobierno a los artistas cubanos, algunos de los cuales tienen una visión opuesta y han rechazado públicamente el Decreto, ya que consideran que someter los contenidos y espectáculos a la autorización previa de entidades estatales puede ser utilizado como una herramienta de censura.
El pasado agosto las autoridades cubanas arrestaron a artistas por manifestarse públicamente contra el 349, lo que generó aún más malestar en el colectivo y protestas de Amnistía Internacional (AI).
La ONG con sede en Londres denunció en un comunicado que la aplicación de la nueva ordenanza "contravendría no solo el derecho a la libertad de expresión de quienes desarrollan actividades artísticas en Cuba, sino también el derecho de toda persona a buscar y recibir información e ideas de toda índole".
También alertó de que la "falta de precisión en la redacción del decreto hace que se preste a ser aplicado de manera arbitraria".
El Gobierno cubano, por su parte, considera a los críticos del 349 "enemigos de la Revolución" que "han manipulado y han orquestado una campaña en la que lo presentan como un ataque inexistente a la libertad de creación", según la representante del Ministerio de Cultura.