Por: Yeny García
La eliminación del artículo que avala el matrimonio gay en el borrador de reforma constitucional cubana alarga el plazo del debate en más de dos años hasta la aprobación de un Código de Familia modificado, en un esfuerzo del Gobierno por asegurar respaldo a la nueva Carta Magna en el referendo de febrero.
Este giro, anunciado ayer martes ante la Asamblea Nacional (Parlamento unicameral), fue justificado en la necesidad "de respetar todas las opiniones" surgidas en los últimos tres meses de consulta popular, en la que la mayoría se mostró en contra de la modificación que definía al matrimonio "como la unión entre dos personas".
De acuerdo a los registros oficiales, el artículo 68, que anulaba el concepto de que el matrimonio es la unión "entre un hombre y una mujer", fue mencionado en el 66 % de las reuniones, aunque no se ofrecieron cifras específicas sobre los comentarios positivos o negativos.
Lo que algunos cubanos califican de "cortina de humo" para opacar temas "espinosos" como el método de elección de la nueva figura del presidente o el sistema de partido único presentes en la nueva Carta Magna, fue el elemento discordante que puso en bandos contrarios a activistas LGTBI y a las iglesias católica y evangelista en la isla.
Esta polémica fue el punto candente de discusión en una reforma constitucional que aunque no incorpora modificaciones del sistema político, reconoce la propiedad privada y elimina las alusiones al comunismo, entre otros cambios que no recibieron el mismo interés mediático.
"Es una decisión que quiere ser salomónica y contentar a todos con el riesgo de no contentar a nadie", dijo a Efe el activista y periodista Maykel González sobre la propuesta de la comisión redactora de la nueva Carta Magna, que ahora recoge al matrimonio como una "institución social y jurídica" que será regulada en un futuro Código de Familia.
Según una disposición transitoria recogida en el borrador constitucional, se realizará una nueva consulta y otro referendo para aprobar las nuevas leyes en "el plazo de dos años de vigencia de la Constitución".
"Para el colectivo LGTBI en Cuba es un paso atrás. Se trata de postergar la discusión, de ganar tiempo", afirmó González, que aseguró que el Gobierno "no quiere perder el voto cristiano" en un momento en que intenta legitimarse tras la llegada al poder en abril pasado del nuevo presidente Miguel Díaz-Canel.
La pérdida del apoyo de "cientos de miles de personas" contrarios al matrimonio gay en Cuba "rompería el espejismo de unanimidad, por eso esta apuesta por una formula más neutra", indicó el joven escritor, colaborador del medio independiente "Tremenda Nota".
"Es lamentable que el Gobierno cubano no haya sido consecuente con el presupuesto de que los Derechos Humanos no se someten a plebiscito. Es lamentable que ahora mismo hayan tenido que ceder en ese punto para garantizar el éxito en el futuro referendo", señaló.
En las redes sociales la sorpresa y el descontento se expresan en las opiniones de quienes aseguran que, al buscar el voto de los que están en contra del matrimonio gay, el Estado perderá el los que están a favor.
Mientras, una porción de simpatizantes y parte del colectivo LGTBI cubano todavía ve un filón de esperanza.
Conciliador, el bloguero Francisco Rodríguez, conocido como "Paquito el de Cuba", insistió en que lo ocurrido supone "un paso al lado" y estuvo de acuerdo con "desplazar el diferendo hacia la discusión de la ley" si eso "garantiza una mayor unidad en el voto del referendo constitucional".
"La próxima Constitución no dirá de modo taxativo y discriminatorio que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer como la vigente Carta Magna (1976), y esto ya de por sí es un enorme paso de avance", insistió en su blog este "periodista, comunista y gay".
Para Rodríguez, una de las voces más conocidas del activismo LGTBI cubano, este es "un triunfo que nadie puede escamotear ni disminuir" y que representa aún "una puerta abierta hacia ese futuro matrimonio igualitario que queremos conseguir".
Mariela Castro, directora del oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex) y principal impulsora del matrimonio igualitario ante el Parlamento, subrayó que no hay un retroceso en la nueva formulación "no binaria" ni "heteronormativa" en el futuro Código de Familia, que sustituiría a "personas" por "cónyuges".
La hija del expresidente Raúl Castro pidió dar "el 'sí' a la Constitución" y llamó a "cerrar filas para lograr un Código de Familia tan avanzado como el nuevo texto constitucional".
"No hemos cedido ni cederemos a los chantajes fundamentalistas y retrógrados que se oponen políticamente al proyecto emancipador de la Revolución Cubana", escribió en su página oficial de Facebook.