A grandes rasgos, demócratas y republicanos son identificados con el liberalismo y el conservadurismo, respectivamente. Sus posturas respecto al matrimonio entre homosexuales, la legalidad del aborto, política de salud pública, inmigración y pena de muerte, entre otros puntos, reflejan las divisiones más marcadas en la cosmovisión de los militantes y líderes de ambos partidos. No obstante, pienso que muchos de estos desacuerdos están enraizados en el debate político-filosófico entre solidaridad y responsabilidad.
De acuerdo con la teoría sobre la ‘arbitrariedad moral’ propuesta por el politólogo norteamericano John Rawls, nuestros éxitos o fracasos dependen más de la suerte que de nuestros propios esfuerzos (1971). Rawls explica que ninguno de nosotros elige los factores más determinantes en nuestras vidas, tales como: nuestros genes, raza, sexo, estatus social, nacionalidad, etc., sino que estos nos tocan al azar (1971). De igual modo, durante nuestra niñez tenemos muy poco control sobre nuestra nutrición, escolaridad, ambiente social, etc.
La teoría de Rawls es radical porque reta la creencia que comparten muchos estadounidenses de que sus logros se deben meramente a sus esfuerzos. El entonces presidente Barack Obama dijo durante la campaña electoral del 2012: "Usted no construyó eso", refiriéndose a que infraestructuras como el internet y vías de tránsito son el resultado de inversión gubernamental hecha con el dinero de todos los contribuyentes y son las que permiten que los negocios sean posible. Por consiguiente, los emprendedores deben su éxito a circunstancias externas y no solo a su esfuerzo, así ellos deben solidaridad a los que coadyudaron con su creación.
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Los demócratas entienden que es responsabilidad del gobierno disminuir el impacto de los factores ya mencionados porque como individuos tenemos poco o ningún control sobre ellos. A través de la solidaridad dirigida desde el Estado, argumentan los demócratas, podemos crear una sociedad más justa y equitativa donde cada persona compita sobre un terreno balanceado. Una sociedad, donde las condiciones sociales del hijo del panadero no sean obstáculo para que este pueda alcanzar los objetivos para los cuales se esfuerce.
Obviamente, estos programas gubernamentales como la asistencia social y la educación pública no son gratis. Para costearlos, los demócratas sugieren que es justo que los más ricos paguen, desproporcionadamente, más impuestos que el resto de la población. Esta perspectiva puede evidenciarse, por ejemplo, en la propuesta de la precandidata a presidenta Elizabeth Warren de establecer un impuesto a las riquezas de un 2 y 3 por ciento; en la propuesta de la congresista neoyorquina Alexandra Ocasio de aumentar a un 70 % el impuesto a pagar por cada dólar ganado después de 10 millones; y en la propuesta del precandidato Bernie Sanders de extender la gratuidad de la educación hasta la universidad.
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Por otro lado, los republicanos entienden que, a pesar de que son muchos los factores que como individuos no controlamos, también somos capaces de superar cualquier barrera por medio a nuestros propios esfuerzos (Rothman2019). Para ellos, la vida es un juego de cartas donde lo único que podemos hacer es jugar la mano de la mejor manera posible dadas las cartas que nos toquen. La responsabilidad es individual y la asistencia debe provenir de manos privadas y de organizaciones como las iglesias, pero no impuesta por el Estado (Rothman 2019).
Además, los republicanos entienden injusto y contraproducente que el gobierno haga uso del dinero de los más ricos para combatir las desigualdades sociales. En consecuencia, argumentan que los programas gubernamentales tienen que ser limitados para que cada persona salga adelante a través de su esfuerzo y que es mejor reducir los impuestos a los ricos para incentivarlos a invertir y así proveer de oportunidades de empleo a los ciudadanos (Rothman 2019).
Esta batalla ideológica no es solo teórica, sino que tiene consecuencias en la praxis. Recientemente, después de haber acordado con la compañía Amazon un contrato para la construcción de una central en Long Island, New York, el alcalde de esa ciudad, Bill De Blasio, se retiró del acuerdo porque este le otorgaba a Amazon unos $US 3 billones en exenciones fiscales. Esto, a pesar de que Amazon crearía unos 25,000 empleos y más de $US 25 billones en impuestos para la ciudad.
Según el senador Demócrata del estado de Nueva York, Michael Gianaris, el acuerdo era ventajoso para la ciudad. Sin embargo, él y los demócratas opuestos al contrato consideraron injusto que $US 3 billones en exenciones fiscales fueran a parar a las manos del hombre más rico del mundo en la persona de Jeff Bezos. Desde un punto de vista económico, la posición de los demócratas en este aspecto es irracional, pero es una decisión basada en su sentido de justicia y no en rentabilidad.
En el juego del ultimátum (un experimento económico sobre comportamiento) una cantidad x de dinero es entregada a una persona para que la reparta con otra persona. Si la segunda persona acepta la repartición, ambos se quedan con el dinero, pero si la rechaza, ambos pierden. Los experimentos demuestran que cuando se ofrece una repartición justa (50/50), la segunda persona casi siempre acepta. No obstante, cuando se ofrece una repartición desigual (ej. 75/25) la segunda persona casi siempre rechaza la propuesta (Mussel et al 2013).
Aunque la repartición sea 99/1, una persona racional debería aceptar la propuesta puesto que US$ 1 es mejor que nada. Sin embargo, nuestras acciones no siempre están basada en lógica. Aspectos complejos como la verdad, justicia, igualdad, etc. son parte de nuestro proceso de toma de decisión. Y esto fue lo que probablemente movió a los demócratas en la ciudad de Nueva York a rechazar la oferta de Amazon. Para ellos no importó cuan ventajoso fuese el acuerdo, lo que motivó su rechazo fue la gran ganancia que obtendría Amazon en la negociación.
En resumen, tanto demócratas como republicanos reconocen que son muchos los factores que afectan nuestras vidas y sobre los cuales no tenemos control. Pero, estos partidos difieren en qué hacer al respecto. Mientras los demócratas abogan por la intervención del Estado, extrayendo recursos del que más tiene para equilibrar un poco la balanza y ser solidario con los más desventajados, los republicanos alegan que es responsabilidad de cada persona esforzarse para transformar su realidad y que la ayuda llegue por la caridad del prójimo y no del Estado.
Ahora que conoces un poco mejor una de las grandes diferencias ideológicas entre estos dos partidos. En caso de tener que elegir entre uno u otro, ¿por cuál votarías tu?
Mussel, Göritz, & Hewig. (2013). Which choice is the rational one? An investigation of need for cognition in the ultimatum game. Journal of Research in Personality, 47(5), 588-591.
Rawls, J. (1971). A theory of justice. Belknap Press: An Imprint of Harvard University Press; 2 edition (1999)
Rothman, N. (2019). Unjust: Social Justice and the Unmaking of America. Gateway Editions
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