El plan "Argentina contra el hambre", que el Gobierno de Alberto Fernández ya anunció el mes pasado, comenzó a funcionar este lunes para "garantizar la seguridad y soberanía alimentaria de toda la población", según un decreto en el Boletín Oficial, en el contexto de emergencia social que vive el país.
Esta medida, que supondrá una inversión pública de 60.000 millones de pesos (unos 1.000 millones de dólares), incluye una tarjeta que no permite extraer dinero del cajero pero sí comprar alimentos, y prestaciones para comedores escolares, merenderos y comedores comunitarios.
Asimismo contempla políticas de "apoyo a la producción y comercialización de alimentos", a través de la "creación y fortalecimiento de mercados populares", el "financiamiento a productores de la economía solidaria" y el "apoyo a la producción de la agricultura familiar".
Los destinatarios del plan serán "las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad social y padecen inseguridad alimentaria".
"Se atenderá a las familias y comunidades en situación de pobreza priorizando aquellos hogares con niños y niñas menores de 6 años, mujeres embarazadas y personas con discapacidad. Asimismo se prestará especial atención a los y las adultos mayores y adolescentes que presenten dificultades para acceder a una alimentación adecuada", añade el decreto.
Además el Ejecutivo elaborará "un sistema de monitoreo y evaluación de resultados e impactos de las acciones que componen el plan", que busca también "promover sistemas de producción de alimentos a través del fortalecimiento de la economía solidaria" e incorporar "hábitos saludables de alimentación, higiene y nutrición".
El texto comienza recordando que en el país se produjo en los últimos años "un proceso de deterioro económico y social, manifestado en un considerable aumento de la pobreza, la indigencia y el desempleo", que se resume en los últimos datos oficiales que afirman que el 35,4 % de la gente (unas 14,4 millones de personas) viven en situación de pobreza.
La situación de "emergencia alimentaria y nutricional" que atraviesa el país se agravó durante la última semana, en la que tres niños de la etnia wichi murieron por malnutrición en la norteña provincia de Salta, a la que se desplazó el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, para monitorear la situación.
"Hoy visitamos las comunidades indígenas del norte de Salta junto a @GustavoSaenzOK, llevando el acompañamiento del presidente @alferdez para trabajar de forma conjunta en la lucha contra el hambre y el acceso al agua", publicó el ministro en su cuenta de Twitter.
La cartera que dirige Arroyo será la encargada de implementar el plan contra el hambre, con el que buscan "modificar la modalidad de acceso de las familias a los alimentos y, consecuentemente, de enriquecer las acciones de contención, orientación y acompañamiento de las familias".