Por: Jeimmy Paola Sierra
La colombiana Luz Ángela Pérez pasó de vender peluches, tarjetas y chocolates en una "tienda de sentimientos" a liderar su empresa de impresiones a gran formato con el crédito y la capacitación como principales herramientas para crecer y diversificar los servicios.
Esta emprendedora, que cambió los negocios internacionales por el diseño gráfico, descubrió su verdadera vocación cuando con el impulso familiar abrió hace 13 años la pequeña tienda en la que potenció su creatividad.
Entre cojines, globos, tarjetas y peluches, que llevan mensajes de amor, felicitación o amistad, dio sin saber los primeros pasos al mundo empresarial con un negocio que inicialmente era de subsistencia y que atendía junto a su mamá.
"Me di cuenta que quería cambiar de carrera. Veía esos artículos y pensaba 'yo soy capaz de crear unas líneas bonitas'. Empecé a estudiar diseño gráfico", contó a Efe Luz Ángela.
El almacén logró ventas aceptables, pero el municipio de Copacabana, que hace parte del departamento de Antioquia (noroeste), empezó a quedarle pequeño para los proyectos que decidió más adelante ejecutar de la mano de Sebastián Ramírez, quien posteriormente se convirtió en su socio, esposo y padre de su hijo Simón, el motor que impulsó la consolidación de la empresa Somos Impresión Digital.
Una visita al negocio de un compañero de la universidad le entregó la señal más clara sobre su futuro al ver una máquina plotter pequeña: "Fue amor a primera vista".
Un préstamo con la Corporación Interactuar, que más adelante le daría la capacitación necesaria para acertar en la administración de su empresa, le permitió adquirir ese equipo digital para despegar en un sector desconocido.
"Era limitado lo que hacía ese plotter. Aún lo tenemos. Solo corta vinilos, pero se puede aprovechar si eres creativo. Yo hacía decoraciones para habitaciones, vidrios personalizados y marcación de artículos", comentó la diseñadora gráfica.
Una máquina de impresión fue el "siguiente sueño" que se hizo realidad con un nuevo préstamo y al iniciar la sociedad con Sebastián cuando apenas eran novios, para unir fuerzas y entrar de lleno en el negocio de la impresión a gran formato.
Tras ocho años, Luz Ángela vendió su "tienda de sentimientos" y empezó en el municipio de Bello oficialmente su empresa en la casa de sus padres, que adecuó para poner en funcionamiento sus máquinas y empezar a crecer.
"Llegaron contratos con campañas políticas y las máquinas estaban prendidas día y noche. Ese era un proyecto ambicioso para el momento, pero con eso pudimos pagar las deudas", relató la ahora gerente de Somos Impresión Digital.
Aunque su "temor más grande" era la contratación, los empleados se convirtieron en una necesidad para reforzar el equipo, primero con un diseñador gráfico y luego con personal para el área de producción.
"Yo era la diseñadora de casi todo, pero ahora no me da el tiempo. Estoy más enfocada en la parte administrativa", señaló la empresaria.
Conocer el Método Base de Aceleración de Interactuar, un programa con el propósito de acelerar el crecimiento y consolidación de las empresas, trajo un "revolcón" en sus actividades al cambiarle la visión que tenían de su proyecto de vida.
"Antes pensábamos que era un negocio que nos gustaba y nos daba dinero, pero ahora es una empresa que tiene proyección", enunció la emprendedora.
Empezaron con la renovación en la sede, cambiaron la imagen para hacerla más profesional y empezaron a trabajar más organizados.
También compraron una máquina láser y ampliaron el paquete de servicios, que ahora les permite presentarse como una empresa que ofrece "soluciones gráficas y publicitarias" que realiza trabajos de decoración interior y exterior, corte láser, souvenirs y señalética, además de la impresión a gran formato que va desde pasa-calles hasta vinilos adhesivos.
Con la llegada de clientes tan importantes como el Centro Comercial Unicentro y el Grupo Orbis, además de hoteles y compañías de eventos internacionales, los planes son contratar a tres personas más para fortalecer el área comercial, la parte administrativa y el área de producción.
Junto a su socio, considera que actualmente las máquinas son aprovechadas en un 70 %, así que todavía es "mucho lo que podemos explotar" y ya empezaron a trabajar con materiales como madera para elaborar artículos corporativos.
"Antes había una mentalidad pequeña. Ahora tenemos proyectos muy buenos de expansión", apostilló Luz Ángela mientras está al tanto de la producción de adhesivos para campañas y de material educativo.