China se suma a la polémica de la maternidad tardía

sábado 25 agosto , 2018

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China se ha sumado a la polémica surgida en los últimos años en numerosos países, el debate de la maternidad tardía, un dilema que en el gigante asiático tiene una particularidad, pues la mayoría de las embarazadas después de la menopausia son mujeres que perdieron a su único hijo.

Recientemente se han conocido numerosos casos de mujeres que están teniendo hijos más allá de los cincuenta o sesenta, como Zhang Heng, una mujer de 67 años de Pekín que perdió a su único hijo hace cuatro años y, tras intentar en vano la adopción, ha logrado embarazarse de gemelos gracias a un tratamiento de fecundación in vitro.

Su historia, que ha despertado una fuerte polémica en las redes sociales del país, la contaba hace unos días el diario oficial Global Times como ejemplo de lo poco preparada que está China para atender a estas mujeres, ya que en varios hospitales le han negado la asistencia por lo complejo de su situación.

"La sociedad china ni siquiera está preparada para ello y los riesgos para una mujer de avanzada edad son muy altos. Ellas lo tienen que considerar muy cuidadosamente y ser conscientes de que la sociedad o su propia familia puede que no lo acepten", explicó a Efe el jefe de obstetricia del hospital United Famlily de Shanghái, Michael Gao.

A comienzos de 2016 el Gobierno chino puso fin a la estricta política de natalidad del hijo único, tras casi cuatro décadas en las que se impidieron millones de nacimientos.

La mayoría de las mujeres chinas solo podían tener un hijo y, si se daba la fatalidad de que lo perdían por accidentes o enfermedades, muchos matrimonios se quedaban solos en una sociedad en la que la familia continúa siendo un pilar básico. Son los hijos quienes cuidan de los padres cuando envejecen.

Según datos de la Academia de Ciencias Sociales de China citados por el Global Times, hay más de 1 millón de familias "shidu" (literalmente, "pérdida del único") y cada vez son más las mujeres que acuden a los avances médicos para volver a ser madres.

"Tener otro hijo es la mejor manera de curar el trauma (de la muerte de un niño). Es algo que solo las personas como nosotros, que hemos pasado por el dolor, podrían entender", señaló al mencionado diario una mujer de 65 años que perdió a su hija y decidió embarazarse de nuevo pese a su avanzada edad.

Aunque el doctor Gao comprende la situación de estas mujeres y sus tremendos deseos de ser madres de nuevo, insiste en que "desde el punto de vista médico, se lo desaconsejaría (quedarse embarazadas)" y cree que habría que establecer en los 45 la edad límite para poder tener hijos.

"El cuerpo humano está preparado para llevar a cabo un embarazo, especialmente si la persona se ha cuidado bien durante la vida (…) pero cuando te vuelves mayor los riesgos en el embarazo aumentan mucho", apunta.

Hay que tener en cuenta, además, que "cuando el niño crezca tú ya serás anciano, por lo que, ¿serás capaz de proveerle unos cuidados adecuados, un soporte económico, cuando el tenga veinte y tú ochenta?".

Es precisamente este punto el que está levantando las críticas, especialmente a través de las redes sociales, donde los chinos se dejan llevar.

"Los bebes necesitan 22 años hasta que se gradúan en la Universidad y 18 años para ser adultos. ¿Puedes asegurar que vivas hasta entonces?", publicaba recientemente una mujer llamada Yuan yuan en la red social weiboo, similar al twitter.

"Tengo solo 40 años, pero no me atrevo a tener otro niño porque mi esposo tiene casi 50 años. Temo que no estemos en buen estado de salud en el futuro y que el niño no tenga buen estado de salud", contaba otra internauta llamada Wu Tong.

Ante la imposibilidad de hacerlo legalmente en China, Zhang y su esposo acudieron a Taiwán para hacerse el tratamiento, un recurso por el que optan numerosas parejas. "Simplemente amo a los niños y quiero tener uno propio. (Ahora parece) como si fuera una persona culpable. ¿Estoy haciendo algo mal?", apuntaba en la entrevista.

En su defensa salen otros internautas como Chu Jian, quien prefiere la libertad. "Ella quiere apostar y apostar con su vida, sin hacer daño a otras personas. Qué derecho tenemos de prohibirle dar a la luz a los bebes?, ¿Cómo podemos controlar la vida de otra persona?".

Agencia EFE

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