La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifestaron en un informe que para enfrentar la pandemia COVID-19 y sus efectos de corto y largo plazo, necesario implementar un conjunto de principios para la acción y políticas, y una amplia gama de medidas de salud, sociales y económicas a desplegarse en tres fases no lineales e interrelacionadas: control, reactivación y reconstrucción.
Según un comunicado, tres mensajes articulan las medidas que plantean ambas organizaciones para enfrentar la pandemia; uno, no hay apertura económica posible sin que la curva de contagios haya sido controlada, y no hay reactivación posible sin un plan claro tendiente a evitar el repunte de los contagios; y las medidas sanitarias dirigidas a controlar la pandemia deben implementarse articuladamente con las medidas sociales y económicas dirigidas a atenuar los efectos de la crisis, pues estas últimas facilitan el cumplimiento de las medidas sanitarias.
Además, la reconstruir mejor implica promover el desarrollo sostenible e inclusivo con la igualdad en el centro, avanzando en la transformación productiva y en la creación de un estado de bienestar.
“Avanzar en la igualdad es fundamental para el control eficaz de la pandemia y para una recuperación económica sostenible en América Latina y el Caribe. Debemos atender la emergencia e implementar una estrategia para superar las debilidades estructurales de las economías y sociedades. Por ello cambiar la estrategia de desarrollo es esencial en la región”, señaló Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
En tanto, Carissa F. Etienne, directora de la OPS, agregó que la región se enfrenta a un desafío sin precedentes, que requiere de sistemas de salud sólidos y bien financiados para superar esta crisis y así poder recuperarse.
Indicó que se debe invertir en salud pública hasta alcanzar al menos un 6 % del Producto Interno Bruto, con particular énfasis en la atención primaria en salud es proteger los logros alcanzados en salud, pero también asegurar el desarrollo sostenible y hacer frente a la creciente pobreza y desigualdades en la región.
Puntualizó que en el informe se establece el listado de medidas que sugieren ambos organismos descansa en la necesidad de articular las políticas de salud con las económicas, sociales, y productivas. Entre ellas destacan las de testeo, seguimiento de contactos y medidas de salud pública como cuarentenas o de distanciamiento social, y el fortalecimiento de los sistemas de salud, con un enfoque en la atención primaria de salud y garantizando el cumplimiento de las funciones esenciales de salud pública.
Argumentó que estas medidas deberían ser acompañadas de políticas de Ingreso Básico de Emergencia (IBE), Bono Contra el Hambre y protección al sector productivo, que apoyan las medidas de salud.
Reiteró que junto a estas medidas inmediatas, se esboza un conjunto de planteamientos estratégicos para la reconstrucción con el reconocimiento de la salud como derecho humano y bien público garantizado por el Estado, el robustecimiento de la salud pública, la consolidación de sistemas de protección social universales e integrales, la implementación de una política fiscal progresiva y un gasto público suficiente, eficiente, efectivo y equitativo, aceleración en la transformación digital, la reducción de la dependencia regional de productos médicos importados y cambios en la matriz productiva, junto a un impulso de la inversión verde.