La doctora especialista en cuidados personales Mercedes Castaños explicó este viernes que las personas confunden la toxina botulínica con el ácido hialurónico por el aplanamiento que porduce en las líneas de expresión de la frente.
Durante su intervención en el segmento Salud y Belleza de La Receta Médica, Castaños sostuvo que cuando se aplica la toxina en la referida área, ocurre una disminución de la líneas de expresión.
“Es decir, disminuye la profundidad de esa línea porque ya ese músculo no tiene movilidad, ya ese músculo está completamente relajado… se percibe un aplanamiento de esas líneas de expresión por ende como resultado se ven menos profundas las líneas”, manifestó.
En ese sentido, indicó que el paciente como no conoce la base científica de cómo actúa la toxina, percibe que las líneas han sido rellenadas, aunque realmente no se utilizó ningún material de relleno para eso.
La especialista aclaró que en ocasiones de que haya la necesidad, es decir de que las líneas de expresión sean muy profundas y que se vean aun después de aplicar la toxina, se puede combinar la toxina con el ácido hialurónico.
Castaños reiteró que pese a que ambos tratamientos son distintos se pueden combinar perfectamente, aunque los especialistas prefieren trabajar primero con la toxina para así saber la profundidad real de las líneas de expresión luego del relajamiento.
“La toxina bajo ningún concepto es un material de relleno, la toxina solamente, o sea su única función es para relajar una zona muscular o paralizar una zona muscular en dado caso que se requiera”, expresó al tiempo de indicar que la toxina botulínica es también utilizada en oftalmología, pediatría, neurología, ortopedia, cada una con un fin y función distinta.