La Casa Blanca rechazó ayer martes que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esté obstruyendo las investigaciones de la llamada trama rusa y aseguró que el mandatario sólo buscaba contraatacar cuando ha instado al fiscal general, Jeff Sessions, a poner fin a la pesquisa.
"El presidente no está obstruyendo, está contraatacando", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, al ser preguntada en una rueda de prensa sobre un mensaje divulgado horas antes por Trump en Twitter, en el que señalaba que Sessions debía acabar con lo que tildó de "fraudulenta caza de brujas".
La portavoz del Gobierno descartó que el tuit presidencial deba entenderse como una orden directa y aclaró que el presidente "sólo estaba expresando su opinión".
"Es ridículo, pero con toda la corrupción y deshonestidad que rodea a esta caza de brujas, él, que ha visto cómo se ha desarrollado todo el proceso, quiere que llegue a su fin", dijo Huckabee Sanders, sin argumentar sus acusaciones.
Al igual que ha hecho el propio Trump en repetidas ocasiones, la portavoz insistió en deslegitimar la investigación puesto que, según dijo, se basa en un "expediente pagado por una campaña de la oposición" y "tras más de año y medio" no se han encontrado pruebas de la colusión entre su equipo y el Kremlin.
La Casa Blanca se opone desde hace meses a la investigación liderada por el fiscal especial Robert Mueller que trata de dilucidar si el ahora presidente se coordinó con Moscú durante la campaña presidencial de 2016 con el objetivo de que el multimillonario se alzase con la victoria.
Trump no tiene la potestad de despedir directamente a Mueller, pero en varias ocasiones ha dado muestras de estar dispuesto a encontrar la manera de deshacerse del fiscal especial, lo que llevó a los demócratas hace unos meses a plantear la posibilidad de blindar su puesto.