A juicio de Rico Carty la armonía y el compañerismo que había en el equipo de los Tigres del Licey fue la clave para conquistar de manera invicta (6-0) la corona de la Serie del Caribe de 1977, celebrada en el Estadio Universitario de Caracas, Venezuela, frente a los equipos de Mazatlán, de México, Caguas, de Puerto Rico y los anfitriones Magallanes, de Venezuela. En esa ocasión los Tigres contaron con la dirección del mánager norteamericano Bod Rodgers.
"Nosotros teníamos un equipazo, a tal punto que teníamos peloteros en la banca que podían sustituirnos y ganar también, pero creo que lo que finalmente nos dio la corona ese año fue la armonía, el amor al juego y el deseo de ganar", manifestó Carty.
En dicha edición del denominado clásico caribeño, Carty conectó 5 cuadrangulares, estableciendo un nuevo récord de jonrones en un evento y dejando atrás la marca de cuatro cuadrangulares que estaba en poder de Willard Brown, establecida en 1953 con los Cangrejeros de Santurce.
Ante la pregunta de si estaba al tanto del récord de cuadrangulares en la justa caribeña, Carty dijo que se enteró después de celebrarse el cuarto juego de la serie.
"Honestamente yo no estaba consciente de que podía romper el récord de cuatro jonrones que estaba en poder de Willard Brown. En el quinto juego recuerdo que estábamos ganando con una amplia ventaja ante México y yo le pedí a Rodgers que me sacara, pero yo no sabía que ya había empatado la marca de Brown. Después del juego nos reunimos en el restaurante y ahí fue que escuché a Monchín Pichardo y a Bod Rodgers discutiendo que yo tenía chance de romper el récord. Ahí fue que me enteré", dijo.
Carty narró que no sabía que el expresidente venezolano Carlos Andrés Pérez estaba en las gradas cuando conectó el quinto cuadrangular en conteo de 3-0.
"Mira, dominicano, tú dizque que eres bueno, vamos a ver si es verdad, demuéstralo ahora" me vociferó el presidente venezolano, pero yo pensé que era un fanático más de los tantos que estaban presenciando el juego. Lo más lejos que yo tenía era que ese era Carlos Andrés Pérez", señaló.
En adición a los 5 cuadrangulares, Carty remolcó diez carreras, con ocho anotadas, para ser el líder de estos tres renglones ofensivos, lo que le valió para ser electo el Jugador Más Valioso, además ayudar a conquistar la tercera corona de los felinos, equipo que fue estructurado por Ernesto Monchín Pichado.
Al hablar de ese extraordinario desempeño Carty señaló que la motivación fue la clave, tanto a nivel individual como colectivo.
"Recuerdo que los peloteros del equipo de Puerto Rico nos decían que nosotros éramos unos viejos y que nos iban a dar una paliza. Esas palabras nos motivaron a todos en el equipo dominicano y cada vez que salíamos al terreno teníamos un ánimo y un entusiasmo increíble y ya ustedes saben el resultado, ganamos de manera invicta con 6-0″, indicó el dominicano con el más alto promedio de bateo en una temporada en Grandes Ligas (.366 en 1970 con los Bravos de Atlanta).
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Al ponderar la calidad del equipo dominicano Carty destacó la conformación del mismo.
"Bob Beall estaba en primera base, en segunda estaba "El Guabá" Rafael Landestoy, en el campocorto Mario Guerrero, en la tercera base estaba "Tilapia" Teodoro Martínez, en los jardines estaban Manuel Mota, Cesarín Gerónimo y Tomás Silverio y yo era el bateador designado", manifestó Carty, al tiempo de mencionar otros jugadores con notables desempeños.
"También teníamos en el equipo a Ike Hampton, Pedro Borbón, Jesús Rojas Alou. Samuel Mejía sustituyó a Cesarín Gerónimo, quien tenía compromiso con los Rojos del Cincinnati. Además estuvieron como refuerzo el panameño Rennie Stennet y Odell Jones, Federico Velásquez, entre otros. Por eso es que digo que podían poner a jugar a los peloteros que estaban en la banca y podían jugar igual o mejor que nosotros los titulares", sostuvo.