Cómicamente grosero, analítico y hasta sentimental. Así se exhibió Carlos Ballarta durante su chistosísima presentación en suelo dominicano el pasado sábado.
Por algo es una de los más populares standuperos de habla hispana. Ballarta supo jugar con el público, que explotaba de risa, hilvanando chistes sobre la paternidad, la religión, la historia y su propia desgracia familiar.
Hizo gala de su bien ganada reputación por hacer frente al cristianismo, la cual le ha granjeado problemas en su México en varias ocasiones, una de ellas en Querétaro, porque intransigentes no querían que se presentara. En esa ocasión responsabilizó de la cancelación de su espectáculo al fanatismo religioso apoyado en varios políticos.
Sus hijos, su inexistente relación con su padre y un mensaje de motivación sobre echarle ganas a lo que a uno le gusta, le granjeó no solo las risas sino también los aplausos, la reflexión y los "awww" de parte de un público que se mantuvo a sus pies por más de una hora.
Su show Rebelde Codominio contó con una asistencia prácticamente a casa llena en el Salón de la Fama del Deporte, en las instalaciones del Centro Olímpico.
El hombre de larga melena negra fue comparado con el urbano El Alfa en momentos en que el autor de “La mamá de la mamá” hiciera un cambio de look. Esto fue bien utilizado por Ariel Santana, quien de manera muy atinada se encargó de romper el hielo en la apertura del show de comedia.
A mi juicio se trató de un show de comedia perfectamente disfrutable, en el que Ballarta demostró el gran nivel escénico que posee su comedia.