Canelo Álvarez lanza un golpe al kazajo Gennady Golovkin | Foto: EFE/Tom Hogan/Golden Boy Promotions
El mexicano Saúl "Canelo" Álvarez realizó una pelea de alta calidad y en combate de revancha venció por decisión mayoritaria al kazajo Gennady Golovkin y se apoderó de sus títulos de peso medio avalados por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y del Consejo Mundial (CMB).
En combate celebrado en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada) que registró un lleno total, ambos boxeadores dieron lo mejor que tenían en sus puños y ofrecieron un choque que dejó satisfechos a los asistentes.
Después de los 12 asaltos a los que estaba pactada la pelea los jueces Dave Moretti y Steve Weisfeld dieron calificaciones de 115-113, mientras que Glenn Feldman otorgó puntuaciones de 114-114.
Con su victoria, Álvarez puso fin a la marca histórica de Golovkin de 20 defensas de su título, historial que comparte con Bernard Hopkins, a quien no pudo superar debido a la derrota ante el "Canelo".
Al concluir la pelea "Canelo", de 28 años, dejó su marca en 50-1-2, con 34 nocáuts, mientras que Golovkin, de 36, vio caer sus números a 38-1-1, con 34 fueras de combate.
"La gente de mi esquina me dijo que presionara en el último episodio porque las puntuaciones estaban muy cerradas, y simplemente obedecí, eso fue lo que hice", dijo "Canelo" al terminar el combate.
Agregó que sintió que Golovkin "estaba conectando algunos buenos golpes, pero eran muy pocos".
El mexicano indicó que esta vez no dejó dudas. "Si la gente quiere otra pelea, yo estoy listo para llevarla a cabo, pero por el momento voy a disfrutar de este valiosa victoria".
"Es un triunfo para México en este día de la Independencia, así que en estos momentos sólo quiero disfrutar la victoria con toda mi gente. Después veremos qué ofertas de peleas se nos presentan", comentó.
Para Canelo fue su octava pelea como celebración del Día de la Independiencia de México, y deja sus números en 6-1-1 en esos combates.
El choque fue la revancha del combate que protagonizaron ambos púgiles en el 2017, cuando los jueces determinaron un empate que dejó decepcionados a los conocedores de boxeo, que habían visto ganar a Golovkin.