La petrolera estatal Petrobras calcula que este año venderá activos por un valor de entre 30.000 y 40.000 millones de dólares, dos veces lo previsto en su actual plan de desinversiones, informó este viernes el presidente de la mayor empresa de Brasil, Roberto Castello Branco.
"En los primeros cuatro meses de este año alcanzaremos desinversiones por 10.000 millones de dólares y pretendemos hacer mucho más. Creo que a lo largo de los doce meses podremos tener un valor tres o cuatro veces superior a esos 10.000 millones de dólares", señaló el ejecutivo en un seminario económico.
El valor previsto para 2019 prácticamente dobla el anunciado en 2016, cuando Petrobras lanzó un plan de desinversiones por el que aspiraba a vender 21.000 millones de dólares en activos en el bienio entre 2017 y 2018.
Para el bienio 2015-2016 la empresa se había propuesto vender activos por 15.100 millones de dólares.
En su último plan estratégico, anunciado el año pasado, la empresa calculó que sus desinversiones sumarían unos 26.900 millones de dólares en el quinquenio entre 2018 y 2022.
En el seminario organizado por la Fundación Getulio Vargas en Río de Janeiro, Castello Branco aseguró que, con la llegada del ultraderechista Jair Bolsonaro, la estatal se propuso un plan "más agresivo" de venta de activos que no son estratégicos.
El plan busca reducir la deuda récord de una petrolera que en 2018 finalmente obtuvo su primer beneficio neto tras cuatro años seguidos de pérdidas y que protagonizó un gigantesco escándalo de corrupción.
De acuerdo con el ejecutivo, Petrobras tiene que centrar sus inversiones y sus esfuerzos en el sector en que tiene mayor experiencia y potencialidad, que es el de la exploración y explotación de petróleo y gas natural en aguas profundas o muy profundas.
Agregó que todo lo demás puede ser vendido, incluyendo parte de las refinerías y de la red de gasoductos y oleoductos.
Entre las subsidiarias incluidas entre las que serán vendidas en los cuatro primeros meses de este año, el funcionario citó la Transportadora Asociada de Gas (TAG), que está siendo negociada con la francesa Engie.
Actualmente la estatal también negocia la venta de su red de gasoductos en las regiones norte y nordeste de Brasil por un valor que puede llegar a 8.000 millones de dólares.
Según Castello Branco, la nueva administración de Petrobras planea vender al menos el 50 % de su capacidad de refino, un sector en el que prácticamente ejerce un monopolio, para aumentar la competitividad, atraer nuevos inversores y poder reducir los precios de los combustibles en el país.
La empresa llegó a anunciar el año pasado un modelo de venta de parte de sus 12 refinerías mediante la creación de dos subsidiarias en las que agruparía dos unidades en el nordeste y otras dos en el sur y que serían ofrecidas al mejor postor.
La nueva dirección de la petrolera, sin embargo, anunció el mes pasado que está estudiando un nuevo modelo más amplio y competitivo, y que evite la concentración de las refinerías en pocas manos.
"Petrobras no quiere tener el monopolio en nada", afirmó Castello Branco tras recordar que la estatal es propietaria de cerca del 98 % de la capacidad de refino del país.