El presidente de la petrolera Petrobras, Roberto Castello Branco, afirmó ayer jueves que la mayor empresa de Brasil tuvo que reducir su producción debido a que, ante la fuerte caída de la demanda tanto de petróleo como de combustibles, ya no tiene dónde almacenar la producción.
"Reducimos la producción porque no tenemos capacidad para almacenarla. Si mantenemos la producción tendríamos que contratar navíos para mantener el petróleo flotando por todo el mundo hasta encontrar algún comprador y eso es muy caro", afirmó Castello Branco en una teleconferencia organizada por la firma XP Investimentos.
La petrolera brasileña anunció esta semana una reducción de 200.000 barriles diarios de su producción de petróleo para hacer frente a la actual crisis generada tanto por la caída de los precios del crudo como por la paralización de actividades en todo el mundo debido a la pandemia de la COVID-19.
El ejecutivo dijo igualmente que la empresa también redujo significativamente la producción de derivados en sus refinerías debido a la fuerte caída de la demanda por combustibles en Brasil.
Petrobras, que ya venía operando sus refinerías en cerca del 74 % de su capacidad de uso, redujo este porcentaje casi al 60 % de la capacidad de uso debido a que no hay demanda para una producción mayor y tampoco tiene cómo almacenar tanto derivado.
Según el ejecutivo, la demanda brasileña por combustibles se desplomó en las últimas semanas y las encomiendas para abril muestran una caída del 86 % en el consumo de queroseno para aviación, del 60 % en la de gasolina y del 50 % en la de diésel.
AMBIENTE DE INCERTIDUMBRE
Castello Branco dijo que el ambiente actual es totalmente de "incertidumbre" por la paralización de actividades en Brasil por las medidas restrictivas para enfrentar la COVID-19 y por eso la empresa solo consigue planificar a muy corto plazo, máximo hasta abril.
"Analizamos diariamente los mercados y con base en nuestros datos y los que nos ofrecen los distribuidores vemos que hay una fuerte contracción en la demanda de combustibles en Brasil, principalmente de queroseno de aviación", dijo.
"Los aeropuertos están desiertos. Pero también hay una caída de cerca del 60 % en el consumo de gasolina", agregó.
Castello Branco afirmó que la caída del consumo de diésel ha sido un poco menor debido a que este es el combustible usado por la mayor parte de los camiones que transportan la producción agrícola de Brasil, uno de los mayores productores mundiales de alimentos.
"La buena cosecha de este año compensa un poco el efecto recesivo de la caída de la demanda", dijo.
Según el presidente de Petrobras, los únicos combustibles cuya demanda se mantiene estable son el gas natural y el gas licuado de petróleo debido a que las personas siguen cocinando en sus casas.
Afirmó que la semana pasada se registró una fuerte demanda por pipetas de gas para cocina por parte de personas que temían un desabastecimiento, lo que provocó problemas puntuales de oferta en algunas regiones.
El ejecutivo descartó cualquier posibilidad de desabastecimiento en Brasil incluso con las refinerías funcionando a media marcha.
"Vamos a reducir ligeramente la producción de combustibles, pero compensaremos eso con un aumento de las importaciones de gas licuado de petróleo. En corto plazo tendremos 5 millones de pipetas de 13 kilos en el mercado", dijo.
"De otros combustibles no hay la menor posibilidad de desabastecimiento. Reducimos la producción por la baja demanda y, como no tenemos dónde almacenar, estamos exportando", dijo.
Agregó que las perspectivas de exportación en las próximas semanas son positivas debido a que China, el principal mercado, se está recuperando tras haber superado la crisis sanitaria del coronavirus, y "los chinos volvieron a consumir con celeridad".
LAS INVERSIONES
Otra de las medidas adoptadas por Petrobras para hacer frente a la crisis generada por la caída de los precios, la bajada de la demanda y la sobreoferta mundial de crudo fue la reducción de las inversiones previstas para este año desde 12.000 millones de dólares hasta 8.500 millones de dólares, prácticamente la tercera parte de los 27.000 millones de dólares invertidos en 2019.
Según Castello Branco, las inversiones de Petrobras este año se ubicarán en cerca de 7.000 millones de dólares debido a que casi el 45 % de los proyectos estaba presupuestado en reales y la moneda brasileña ha sufrido una depreciación de casi el 30 % en lo que va del año.
Agregó que Petrobras seguirá trabajando con el presupuesto de que el petróleo permanecerá por mucho tiempo en cerca de 25 dólares el barril, frente a lo 60 dólares de hace dos meses, debido a que actualmente hay una sobreoferta mundial de 20 millones de barriles diarios, el 20 % de la producción mundial.