El Gobierno brasileño publicó este jueves un decreto mediante el cual se prohíbe durante los próximos 60 días el uso de fuego para preparar las siembras en la Amazonía, afectada por los peores incendios registrados en los últimos años.
El decreto, publicado en el Diario Oficial, tiene como objetivo evitar que surjan nuevos focos de llamas, en momentos en que las autoridades empiezan a controlar los incendios desatados hace unas tres semanas, que han alarmado a la comunidad internacional.
La tala y quema de los terrenos es una práctica común, usada hasta por los indígenas, que permite preparar la tierra para las siembras, y en la Amazonía brasileña está permitida bajo determinadas normas, que han quedado suspendidas durante los próximos 60 días.
El Gobierno brasileño, responsable por cerca del 70 % de los 7 millones de kilómetros cuadrados que abarca la Amazonía, informó la víspera que los focos de incendios han comenzado a disminuir, aunque no presentó datos sobre la totalidad de la región.
Las autoridades sólo presentaron estadísticas concretas sobre el estado de Rondonia, en el norte del país y fronterizo con Bolivia, donde también las llamas consumen parte de las selvas amazónicas.
Según esas estadísticas, entre los pasados lunes y martes las concentraciones de calor observadas en Rondonia se redujeron de 400 a 24, lo que fue atribuido a la acción de las Fuerzas Armadas, que han concentrado el combate al fuego en ese estado, uno de los más afectados por las llamas.
Los militares actúan como bomberos desde el pasado fin de semana, después de que el presidente Jair Bolsonaro, en la que fue su primera medida efectiva contra los incendios, ordenó que se sumaran a las tareas de combate a las llamas en toda la región amazónica.
Según el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), la Amazonía ha registrado más de la mitad de los 71.497 incendios forestales detectados en Brasil entre enero y agosto de este año, una cifra que supera en un 83 % a la registrada en el mismo período de 2018.