El primer ministro británico, Boris Johnson, anunció este viernes su intención de reclutar 20.000 nuevos policías en Inglaterra y Gales, una de las primeras medidas llamativas que toma tras su llegada al 10 de Downing Street.
El Colegio de Policía aplaudió el compromiso de Johnson, que accedió al cargo el pasado miércoles en sustitución de Theresa May, pero advirtió de que existen "riesgos logísticos" como la falta de instructores necesarios para la formación de los agentes.
Johnson manifestó que quiere completar los reclutamientos, que serán supervisados por una nueva junta policial nacional, en un periodo de tres años.
"La gente quiere ver a más policías en sus vecindarios, protegiendo al público y recortando el crimen", señaló el jefe del Ejecutivo.
En esa misma línea se pronunció la ministra del Interior, Priti Patel, que afirmó que el anuncio marca "el comienzo de una nueva relación entre el Gobierno y la policía todavía más cercana para proteger a la gente".
Las contrataciones comenzarán en septiembre y, según adelantó el nuevo secretario de Vigilancia Policial, Kit Malthouse, el plan tendrá un coste de unas 500 millones de libras (557 millones de euros) durante el primer año, aunque matizó que aún están trabajando "en el número exacto".
Según cifras del ministerio del Interior, las fuerzas policiales de Inglaterra y Gales han perdido en los últimos nueve años 20.564 efectivos.