Por Isabel Saco
El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, expuso hoy martes en el Foro de Davos y por primera vez a nivel internacional las reformas económicas liberales que planea emprender su Gobierno, entre las que figuran la reducción del Estado y la rebaja de las cargas fiscales para los empresarios.
"Facilitaremos la vida de quienes quieran producir, invertir y generar empleo", declaró y aseguró que en esto se aplicará "sin ningún tipo de sesgo ideológico".
En un adelanto de la política económica liberal por que la ha optado, Bolsonaro aseguró que en su Gobierno se respetarán los contratos, se privatizarán empresas estatales, se equilibrarán las cuentas públicas y habrá una mayor apertura al comercio internacional.
Anunció que Brasil se convertirá en un defensor activo del rol de la Organización Mundial del Comercio -cuyo director general, Roberto Azevedo, es brasileño- para que se reduzcan las prácticas comerciales desleales entre los países.
"Estoy convencido de que al final de mi mandato estaremos situados entre los cincuenta mejores países para hacer negocios", manifestó.
En otro pasaje de su intervención ante la élite mundial de los negocios, el mandatario se mostró convencido de que "la izquierda no prevalecerá" en América Latina y vaticinó que la ciudadanía de los distintos países de la región optará por alternativas de centroderecha en futuros procesos electorales.
En su intervención como invitado especial en la inauguración del Foro de Davos, Bolsonaro sostuvo que ha estado en contacto con los presidentes de Argentina, Chile y Paraguay, con quienes comparte la visión de una Suramérica "fuerte".
Ello, manteniendo siempre la hegemonía de cada Estado "y no una América bolivariana como existía antes en Brasil con otros gobiernos", aclaró.
Klaus Schwab, el presidente y fundador del Foro Económico Mundial, que organiza cada año la reunión de líderes de la política, los negocios y de la sociedad civil de todo el mundo en Davos (Suiza), anunció que el próximo año la cumbre de esta organización en América Latina tendrá lugar en Brasil.
Por otro lado, Bolsonaro enfatizó que su Gobierno defenderá los valores en los que cree, empezando por "la familia", así como "el derecho a la vida y a la propiedad privada".
El nuevo presidente brasileño anunció asimismo: "Se invertirá mucho en seguridad, para que vengan a visitarnos con sus familias, porque somos uno de los países con mayores bellezas naturales, pero no estamos ni entre los cuarenta destinos turísticos más visitados del mundo".
En relación al discurso de Bolsonaro, el secretario general de Amnistía Internacional, Kumi Naidoo, declaró a Efe que considera irónica su promesa de que hará de Brasil un país más seguro "cuando una de las primeras medidas que tomó como presidente fue aflojar el control sobre la posesión de armas".
Ello a pesar de que Brasil es uno de los países con la mayor tasa de violencia con uso de armas de fuego en el mundo, recordó.
"Si Bolsonaro quiere que el mundo lo tome en serio con respecto a hacer de Brasil un lugar seguro y hospitalario, debe empezar haciendo que los asesinos de Marielle Franco sean juzgados", dijo Naidoo.
Franco era una política defensora de los derechos humanos, negra y lesbiana, que fue asesinada el pasado marzo cuando salía de un evento político cultural en Río de Janeiro.
El responsable de Amnistía Internacional también pidió que el mundo se mantenga atento a la manera en que el nuevo presidente de Brasil "trata a los más marginados y vulnerables" en su país.
En declaraciones a Efe, el representante de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica), José Gregorio Mirabal, pidió a los asistentes al Foro de Davos que "no se dejen distraer por los esfuerzos de Bolsonaro de calmar a los inversionistas".
Sostuvo que "los ataques del mandatario a los pueblos y a los bosques de su país amenazan el Amazonas y pueden acelerar el cambio climático".