El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, afirmó este jueves que si decide aplicarse la vacuna contra la covid-19 será el "último brasileño" en hacerlo, porque es su deber "dar ejemplo" y ponerse en el último lugar de la fila.
"Ya tuve coronavirus. Después de que el último brasileño sea vacunado y si estuviese sobrando una vacuna, yo voy a decidir si me vacuno o no, ese es el ejemplo que un jefe tiene que dar. Igual que en el cuartel donde el comandante es el último en la fila", declaró Bolsonaro en su transmisión semanal en vivo a través de Facebook.
El líder de ultraderecha, uno de los gobernantes más escépticos frente a la gravedad de la pandemia, siempre se opuso a la obligatoriedad de la vacuna, como pretendía establecer un sector del Congreso y la Suprema Corte, y fue un acérrimo crítico de algunos inmunizantes que al final terminó comprando por falta de oferta.
Bolsonaro celebró la aprobación por parte de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa, regulador) del uso en carácter de emergencia de la vacuna del laboratorio belga Janssen, brazo europeo de la multinacional estadounidense Johnson & Johnson y reiteró la meta de conseguir vacunar a un millón de personas por día en abril.
Brasil, el segundo país en números absolutos más afectado por la covid-19, con más de 325.000 muertes y 12,8 millones de casos confirmados en trece meses, con récord diarios de fallecidos y contagios en los últimos días, ha distribuido 34 millones de dosis y aplicado 18 millones, según números dados por el propio Bolsonaro.
TRATAMIENTO PRECOZ
El mandatario respaldó la decisión del Consejo Federal de Medicina (CFM). que regula el ejercicio de la profesión médica en el país, de "respetar la autonomía del médico" para prescribir tratamiento precoz a pacientes con síntomas de covid, como él propio ha defendido, incluso con remedios sin comprobación científica.
En ese sentido, Bolsonaro agregó este jueves un nuevo medicamento a su extensa lista de remedios que defiende para tratar la enfermedad.
"Ya llegó a la Anvisa la Proxalutamida. Que es un medicamento que es desarrollado conjuntamente con Estados Unidos. No es solo nuestro, ¿ok? Es en conjunto con los investigadores estadounidenses y de este modo tendremos, tarde o temprano, un remedio eficaz para combatir la covid", anticipó Bolsonaro.
El jefe de Estado manifestó que respeta a quienes quieren incluir a los presos entre los grupos prioritarios para vacunación, pero, a su juicio, consideró que el personal seguridad, los trabajadores del SUS (Sistema Único de Salud, público), de las casas de lotería, de organismos de socorro y los profesores "deben estar adelante".
En su programa, Bolsonaro volvió a criticar los "superpoderes" otorgados por la Corte Suprema, hace un año, para que los gobernadores y alcaldes fuesen los gestores ante la pandemia, restando facultades al Ejecutivo federal, que, según el mandatario, está limitado a "mandar dinero" para los Estados.
Y, en ese sentido, no desaprovechó para arremeter contra las medidas más severas de confinamiento, aislamiento social y cierre de actividades comerciales y no esenciales adoptadas regionalmente, incluso con restricciones de circulación y toques de queda.
"Mi Ejército brasileño no va a salir a las calles para aprehender personas o no dejarlos trabajar", aseveró.
CAMBIOS EN MINISTERIOS
Sobre los recientes cambios en su Gabinete y en la cúpula de las Fuerzas Armadas calificó como "una especulación enorme de la prensa" estar "politizando" su decisión, principalmente con el relevo del general Fernando Azevedo e Silva del Ministerio de Defensa por el también general Wálter Braga Netto.
"Ambos generales son del más alto rango del Ejército y que no pueden estar afiliados a un partido político. Cuando el PT (Partido de los Trabajadores, opositor) nombró civiles, de izquierda, como ministros o a exguerrilleros en importantes Secretarías de Defensa durante sus Gobiernos nadie dijo nada", apuntó.