El presidente estadounidense, Joe Biden, prometió este miércoles elevar el porcentaje mínimo de componentes fabricados en Estados Unidos de aquellos productos que compre el Gobierno federal, en un intento de fomentar la creación de empleos en su país.
La medida supone un paso más en la senda proteccionista que inició su predecesor, Donald Trump (2017-2021), y que Biden ha continuado desde que llegó al poder en enero, al mantener en pie la guerra comercial con China.
"Es hora de que volvamos a levantarnos y dejemos claro quiénes somos. Esto es Estados Unidos", dijo Biden en un discurso durante una visita a una fábrica de camiones Mack, en Pensilvania.
El presidente anunció una nueva norma gubernamental que se espera que entre en vigor dentro de unos meses, y con la que busca poner en práctica un decreto que firmó en su primera semana en el poder para impulsar las compras públicas de productos estadounidenses.
Actualmente, los productos que compra el Gobierno federal deben tener un mínimo del 55 % de sus componentes fabricados en Estados Unidos y la regla propuesta por Biden elevaría inmediatamente ese porcentaje al 60 %.
Esa proporción iría aumentando gradualmente hasta llegar a un mínimo del 75 % para 2029, indicaron fuentes del Gobierno.
Ese cambio entrará en vigor sin necesidad del visto bueno del Congreso, en caso de que supere un periodo de revisión y comentarios públicos que durará 60 días.
Según la Casa Blanca, la norma "creará más oportunidades para empresas de manufacturas pequeñas y medianas y sus empleados, incluidas algunas que sufren de desventajas, en todo el país".
Biden prometió que eso incluirá a "comunidades que históricamente han quedado fuera del proceso de aprovisionamiento del Gobierno" y que generará más contratos para comunidades negras, latinas e indígenas.
La nueva norma también exigirá a los contratistas demostrar que los productos que compran para el Gobierno, como vehículos oficiales, cumplen el mínimo exigido de componentes estadounidenses, algo que ahora resuelven simplemente asegurando al Ejecutivo que lo adquirido encaja con las condiciones, sin aportar pruebas.
"Vamos a empezar a obligar (a los contratistas) a que nos den detalles", subrayó Biden.
El mandatario rechazó la "idea derrotista" de que, debido a la globalización y la "automatización", Estados Unidos "no puede tener trabajos bien pagados" de manufacturas, pese al éxodo de muchas empresas que han buscado mercados más baratos en los últimos años para su producción.
"Las autocracias no van a tener éxito si nosotros hacemos todo lo que podemos hacer como democracia", aseguró Biden, quien opinó que el "verdadero poder" de Estados Unidos no está en "el ejercicio de su poder militar", sino en el "ejemplo" que marca y que hace que otros países le sigan.
La regla anunciada por Biden permitirá además dar prioridad a las compras de productos cruciales para la cadena de suministro de los que ha habido escasez durante la pandemia, como los semiconductores y los equipos médicos.
En el año fiscal 2020, las agencias federales estadounidenses compraron 665.000 millones de dólares en bienes y servicios, un aumento de 70.000 millones de dólares respecto a 2019, en parte para hacer frente a la pandemia, según datos de la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno (GAO, en inglés).