La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, considera que las últimas sanciones dictadas por Estados Unidos contra Venezuela "han sido duras" y "demasiado amplias", y que si se endurecen puede haber un aumento de la migración.
"Si se endurecen aún más lo único que cabe esperar, lamentablemente, es una mayor migración porque se va a exacerbar la pobreza", dijo la alta responsable en una entrevista exclusiva con Efe coincidiendo con el primer año que se cumple de su mandato.
Al comentar su impresión sobre los contactos que se ha revelado mantienen altos funcionarios de EE. UU. y Venezuela, Bachelet dijo que aunque hay distintas versiones sobre esas conversaciones lo que importa es que "los gobiernos siempre deben estar abiertos a conversar con otros para ver como avanzar".
Consideró que en esos contactos sería apropiado abordar el asunto de las sanciones económicas y su impacto.
Sin embargo, dijo que esos diálogos de ningún modo deben sustituir al que deben mantener Gobierno y oposición venezolanas, el que por ahora no ha dado los resultados esperados.
"Creo que siempre es necesario hacer todo: Dialogar con la oposición y generar todos los escenarios posibles que sean aceptables para las dos partes", comentó.
"Es bueno que los gobiernos conversen, sea oficial o informalmente, porque soy una convencida de que lo único que no hay que hacer es cortar puentes", agregó.
Sobre las conclusiones que sacó de la visita que realizó el pasado julio a Venezuela y que generó gran expectativa -aunque la impresión que dejó fue que había terminado en un intercambio de acusaciones-, la alta comisionada defendió que su resultado fue "positivo".
"Primero porque se abrieron espacios dado que la Oficina del Alto Comisionado nunca había estado en Venezuela y hubo la oportunidad de estar dos semanas en marzo (una misión de avanzada) y luego mi visita en julio", explicó.
En esas misiones, tanto los expertos del organismo que dirige Bachelet, como ella misma, pudieron reunirse sin restricciones con representantes del Gobierno, de la oposición, de la sociedad civil y con familiares de víctimas de la violencia política.
Durante esa visita, Bachelet insistió ante las más altas autoridades en la necesidad de una presencia permanente de su oficina en Venezuela.
Sobre las posibilidades de una solución a la crisis en ese país, la alta comisionada dijo que mantiene la esperanza de que se llegue un acuerdo, pero insistió en que éste debe ser "entre venezolanos" y que la comunidad internacional sólo puede ser útil a ese fin si favorece el diálogo entre las partes.