Seis personas fallecieron en el sector Brisa del Este, en Santo Domingo Este, tras ingerir clerén, una bebida destilada que se produce de manera artesanal, en medio de la crisis sanitaria que vive el país a causa del coronavirus, informaron este miércoles fuentes oficiales.
Los fallecidos son cinco hombres y una mujer, según confirmó a Efe el portavoz del Ministerio de Salud, Carlos Suero.
De acuerdo con las declaraciones de la Policía y de los familiares de los fallecidos, estos tomaron clerén el lunes y la mañana del martes presentaron distintos malestares.
Cinco de las víctimas fueron atendidas en el Hospital Francisco Moscoso Puello, donde ingresaron "prácticamente muertas", según dijo a Efe el portavoz del centro médico, Hanobi Delgado.
El hospital ahora está a la espera de los resultados de las autopsias para determinar las causas de estos decesos, agregó la fuente.
A través de un comunicado, el ministerio de Salud advirtió este miércoles sobre el consumo de bebidas alcohólicas, en especial el clerén, una bebida fabricada "sin los requisitos y normas de control sanitario" y que, de acuerdo con la institución, "no es apta para el consumo humano por tener elementos contaminantes que causan la muerte y/o hacen daño al organismo".
Por su lado, la Policía, que investiga el caso, llamó a la ciudadanía "a quedarse en casa" en medio de la actual coyuntura y, a la vez, "ejercer control de las actividades familiares y recreativas a los fines de evitar tragedias".
Inicialmente, la Policía informó de la muerte de tres personas y afirmó que un cuarto hombre, identificado como Ambiorix Sánchez Montero, de 31 años, también se intoxicó pero logró superar la situación y, tras recibir atenciones médicas, ya fue dado de alta.
Asimismo, instó a no cometer excesos durante el aislamiento social, decretado por el Gobierno por la pandemia de COVID-19, "para evitar situaciones lamentables" como esta.
El clerén es una bebida consumida especialmente entre las clases más desfavorecidas, tanto en la República Dominicana como Haití, porque es mucho más barato que el ron, pero al producirse de forma artesanal y sin registro sanitario, en ocasiones los fabricantes usan metanol, un alcohol obtenido de la destilación de la madera que es altamente tóxico.
En diciembre de 2017 se produjo un suceso similar, en el que falleció una docena de personas tras tomar clerén en un velatorio en Pedro Santana, un municipio de la provincia de Elías Piña, fronteriza con Haití.