El Ministerio de Salud libanés elevó a 158 la cifra de muertos y a 6.000 la de heridos como consecuencia de la explosión el pasado martes de casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut.
Además, según la oficina de prensa del departamento, veintiuna personas siguen desaparecidas.
Una fuente del ministerio había señalado poco antes este sábado que tenían constancia de sesenta desaparecidos, pero indicó que se seguían revisando las cifras.
De acuerdo con datos difundido el viernes por la cartera de Salud, alrededor de 120 de los heridos están en situación grave y un 20 % de los lesionados han tenido que ser hospitalizados.
El martes un incendió originado por causas que aún se investigan en un almacén del puerto de la capital donde se guardaban casi 3.000 toneladas de nitrato de amonio provocó una enorme explosión y una onda expansiva que alcanzó a viviendas a más de 5 kilómetros de distancia.
Decenas de miles de personas se han quedado sin casa y muchas de ellas están recibiendo ayuda de organizaciones internacionales que han levantado carpas en la zona afectada.
El director general de Aduanas ha sido detenido y el director del puerto permanece en arresto domicilio, al igual que al menos otras quince personas, mientras continúa la investigación para determinar las causas del siniestro.
El presidente libanés, Michel Aoun, indicó el viernes que no se descarta ninguna hipótesis para explicar la explosión que generó la cadena de acontecimientos y que se ha de determinar si se debió a una negligencia o a una intervención externa, un misil "o cualquier otro acto".