Las protestas por la suspensión de las elecciones municipales del pasado domingo se desbordaron este miércoles, se convirtieron en multitudinarias en Santo Domingo y se diseminaron por otras ciudades del país.
En la capital, miles de personas vestidas de negro se congregaron frente a la sede de la Junta Central Electoral (JCE), en una concentración de mucha mayor envergadura que la registrada el lunes y martes, días en los que hubo protestas, pero de menor magnitud.
El aumento de la afluencia de manifestantes fue, en parte, una respuesta a la represión de la concentración de la víspera, cuando uniformados lanzaron dos bombas de gas lacrimógeno al grupo de centenares de personas que se habían concentrado frente a la autoridad electoral de forma pacífica.