Las Grandes Ligas han retirado ayer viernes a Atlanta, la capital de Georgia, la organización de la edición 91 del Juego de las Estrellas y del draft de este año por la reciente aprobación de una ley considerada como racista.
El Clásico de Media Temporada se había programado para el 13 de julio en el Truist Field de Atlanta pero el panorama cambió al aprobarse en el estado estadounidense de Georgia la nueva ley electoral que limita el derecho al voto de personas de raza negra.
El comisionado de la MLB, Rob Manfred, dijo que están buscando nueva sede, pero descartó de antemano trasladar el tradicional evento a la sede del Dodger Stadium de Los Angeles, donde está programado que se dispute el Juego de las Estrellas de 2022.
"He decidido que la mejor manera de demostrar nuestros valores como deporte es reubicar el Juego de Estrellas y el sorteo de las mayores de este año", anunció en un comunicado.
"Con orgullo utilizamos nuestra plataforma para alentar a los aficionados del béisbol y las comunidades del país a cumplir con su deber cívico y participar activamente en el proceso de votación. El acceso justo a la votación continúa contando con el apoyo inquebrantable de nuestro deporte", manifestó Manfred.
La decisión recibió el rechazo de los directivos de los Bravos de Atlanta por perder la sede del encuentro.
"Estamos profundamente decepcionados (…) Esta no fue nuestra decisión, ni nuestra recomendación y nos entristece que los fanáticos no puedan ver este evento en nuestra ciudad", dijo el equipo en un comunicado.
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Los Bravos destacaron que no se superan las divisiones implicando al deporte en los asuntos políticos sino por el contrario los eventos deportivos deben ser plataformas y oportunidades únicas para mejorar la discusión.
"Nuestra ciudad siempre ha sido conocida como unificadora en tiempos divididos y perderemos la oportunidad para abordar problemas que son importantes para nuestra comunidad", destaca el comunicado de los Bravos.
El gobernador de Georgia, Brian Kemp, promulgó la semana pasada un proyecto de ley patrocinado por los republicanos que incluye nuevas restricciones a la votación por correo y un mayor control legislativo sobre cómo se llevan a cabo las elecciones.
La nueva ley de votación, conocida como la SB202, se produjo a raíz de las primeras victorias demócratas en las elecciones presidenciales y al Senado en Georgia en una generación, lo que provocó repetidas acusaciones de fraude no probadas por parte del expresidente Donald Trump.
Los partidarios de la nueva ley han dicho que garantiza la integridad de las elecciones y elimina el potencial fraude.
El gobernador Kemp manifestó en un comunicado que las Grandes Ligas "cedieron al miedo" al mover el Juego de Estrellas.
"No daré marcha atrás. Los georgianos no serán intimidados", aseguró Kemp.
El presidente del sindicato de jugadores, Tony Clark y la organización Players Alliance, formada por 100 exjugadores y jugadores profesionales, apoyaron la decisión del comisionado Manfred, al igual que lo hizo el alero estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, a través de su cuenta de Twitter.