La frecuencia del corazón se mide según las contracciones que realice este órgano en un determinado tiempo. En un adulto, lo normal es que el corazón tenga entre 60 a 100 pulsaciones por minuto.
En cuanto a los niños, las contracciones de su corazón puede llegar a las 140 por minutos, lo cual es normal.
De acuerdo con el electrofisiólogo Juanico Cedano, los latidos rápidos del corazón se consideran un problema cuando se hacen perceptibles y no obedezcan a un estímulo externo.
Puso como ejemplo que si una persona está haciendo una actividad física es normal que su frecuencia cardíaca aumente, pero si está durmiendo y las pulsaciones despiertan a las persona, ya es un problema.
Esto se conoce como arritmia, un problema que afecta los latidos del corazón, aún sea de forma acelerada o lenta. Si el órgano late muy rápido, se conoce como taquicardia y cuando va muy lento se conoce como bradicardia.
Cedano, cardiólogo, explicó en La Receta Médica que el tipo más común de arritmia es la fibrilación auricular que hace que el corazón se contraiga de forma irregular y puede llegar hasta los 600 latidos por minutos.
Por otro lado, están las arritmias ventriculares que es causado por señales eléctricas anormales en los ventrículos del corazón.