Por: Natalia Kidd
La semana que inicia será clave para el futuro de la deuda pública de Argentina, con la definición de la situación de la provincia de Buenos Aires, al borde de un cese de pagos, y reuniones cruciales del presidente argentino, Alberto Fernández, con líderes europeos cuyo apoyo busca de cara a las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La provincia de Buenos Aires, la más rica y poblada del país, extendió el plazo hasta este lunes para que tenedores de un bono en dólares den su consentimiento para aplazar hasta mayo un vencimiento de capital por 250 millones de dólares.
El ejecutivo bonaerense necesita el visto bueno de los tenedores de bonos que representen al menos el 75 % del capital en circulación del BP21 para poder postergar hasta el 1 de mayo el vencimiento en cuestión, que operaba el pasado 26 de enero.
De no conseguir ese nivel de adhesión y no regularizar el pago antes del próximo miércoles, el distrito sería declarado en cese de pagos técnico, algo que para los analistas sentaría un mal precedente de cara al acuerdo que Argentina pretende cerrar antes que finalice marzo con sus propios acreedores privados y el FMI para en principio extender los vencimientos de su pesada deuda soberana.
Nuevo canje local
El lunes el mercado local estará en vilo a la espera de una definición por la deuda bonaerense mientras, a la par, el Gobierno argentino probará suerte con un nuevo canje voluntario de bonos emitidos localmente.
La operación está destinada a tenedores de bonos que vencen el 13 de febrero por un total de 105.000 millones de pesos (unos 1.670 millones de dólares) y a los que se les ofrece un menú de cuatro nuevos títulos, todos con vencimiento en 2021.
Hace dos semanas Argentina logró canjear parcialmente cinco tipos de letras del Tesoro en pesos con vencimientos entre enero y abril por nuevos títulos con vencimientos en el segundo semestre.
También en enero, y a la espera de una renegociación de su deuda externa, Argentina colocó en el mercado local bonos por 35.714 millones de pesos (566,8 millones de dólares), recursos que aplicó a afrontar los vencimientos de deuda de estas semanas.
Buscando apoyo internacional
Este domingo encuentra al presidente argentino, Alberto Fernández, en plena gira por Europa para buscar apoyos en el seno del directorio del FMI, con el que Argentina pretende lograr una reprogramación de los pesados vencimientos que operan entre 2021 y 2023.
El viernes, además de entrevistarse con el Papa Francisco, se reunió con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte, que le dio su respaldo.
Este lunes se encontrará con Ángela Merkel, canciller alemana, el martes se reunirá con el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y el miércoles almorzará con el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Fernández, que asumió la presidencia argentina en diciembre pasado, busca no sólo un acuerdo con el FMI sino también, y en paralelo, con los acreedores privados.
En todos los casos, Fernández asegura que Argentina tiene voluntad de pagar pero que, para eso, la economía, en recesión desde abril de 2018, debe primero volver a crecer.
Con el FMI la discusión se centra en la deuda por los 44.000 millones de dólares que el organismo giró a Argentina en el último año y medio en virtud de un acuerdo de auxilio financiero, por un total de 56.300 millones de dólares, firmado en 2018 con el Gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).
Para avanzar en las negociaciones, el Fondo enviará una misión técnica a Buenos Aires el próximo día 12.
Reunión clave en el vaticano
El ministro de economía argentino, Martín Guzmán, a cargo de liderar las negociaciones, se unirá este lunes a Fernández en su escala en Alemania.
Pero todas las miradas están puestas en la reunión que Guzmán mantendrá el miércoles con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.
El encuentro será en el Vaticano, donde ese día se congregarán economistas del todo el mundo en un seminario organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales.
Debate en el senado
En Argentina, en tanto, esta semana el Senado tratará el proyecto de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda emitida bajo legislación extranjera, que habilita al ejecutivo a negociar con los acreedores.
La iniciativa, aprobada ya la semana pasada por la Cámara de Diputados, será analizada el martes en comisiones en el Senado y debatida el miércoles por el pleno de la Cámara Alta, donde el oficialismo es mayoría.
A partir de allí, el ejecutivo quedará autorizado para dar los pasos formales necesarios con vistas a lanzar a los acreedores privados una oferta de reestructuración en la segunda semana de marzo, cuyo plazo de adhesión vencerá a finales de ese mismo mes.
De acuerdo a datos de la Secretaría de Finanzas, a finales de diciembre último la deuda bruta de Argentina ascendía a 323.177 millones de dólares, el 44 % emitida bajo legislación extranjera.
La deuda en títulos públicos de mediano y largo plazo suma unos 194.000 millones de dólares, un 80 % en moneda extranjera.