El gigante tecnológico Apple informó de que abrirá nuevas oficinas en Austin (Texas, Estados Unidos), en las que invertirá milmillones de dólares y dará empleo a por lo menos cinco mil personas, con potencial para contratar a otras 10 mil adicionales.
Las nuevas instalaciones ocuparán 53 hectáreas y estarán situadas a menos de dos kilómetros del actual campus que la tecnológica posee en el norte de Austin, con capacidad para 6.200 empleados, con lo que la compañía de la manzana mordida consolidará así a la capital texana como su mayor centro de operaciones fuera de California.
El consejero ejecutivo de Apple, Tim Cook, explicó en un comunicado que el objetivo de su empresa es llevar "nuevas inversiones, empleos y oportunidades" a diferentes ciudades de Estados Unidos.
"El talento, la creatividad y las ideas innovadoras del futuro no están limitadas por región o código postal y, con esta nueva expansión, estamos redoblando nuestro compromiso de cultivar el sector de alta tecnología y la fuerza laboral en todo el país", aseguró Cook.
Por su parte, el alcalde de Austin, Steve Adler, valoró la presencia de Apple en la ciudad como una "parte vital" para la comunidad, además de agradecer el compromiso de la compañía en el desarrollo del tejido laboral.
Apple recibirá hasta 25 millones de dólares en subvenciones por parte del Texas Enterprise Fund (un fondo de atracción empresarial del Gobierno texano) para su nuevo campus de Austin y también está buscando una reducción del impuesto sobre la propiedad por 15 años, según informa el diario local Austin American-Statesman.
El proyecto de Austin forma parte de una expansión más amplia de la firma con sede en Cupertino (California) que tiene previsto construir otros centros de trabajo en Seattle (estado de Washington), San Diego (California) y Los Ángeles (California) para "más de 1.000 personas" cada uno.
Junto a los nuevos edificios, la compañía aseveró que agregará "cientos de empleos nuevos" en las instalaciones que ya tiene en Nueva York, Pittsburgh (Pensilvania), Boulder (Colorado), Boston (Massachusetts) y Portland (Oregón).
El proceso de elección de ciudad para ubicar las nuevas oficinas de Apple en EE.UU. se produjo sin la atención pública que generó a lo largo de este año una operación similar por parte de otro gigante tecnológico, Amazon, que anunció a finales de 2017 su intención de abrir un "segundo cuartel general".
La empresa que dirige Jeff Bezos pidió entonces a las ciudades que presentasen sus candidaturas para albergar estas nuevas oficinas, lo que desató una feroz competición entre urbes para ofrecer incentivos fiscales y de todo tipo a Amazon y generó una enorme atención mediática.
Finalmente, la compañía de Seattle decidió repartir sus nuevas oficinas entre Nueva York y el norte de Virginia (en las inmediaciones de la capital federal Washington) culminando un proceso que muchas voces críticas han acusado de haber sido una operación encubierta de relaciones públicas, además de una manera de lograr subvenciones gigantescas.