El empresario Antonio Espaillat acudió este jueves a la Procuraduría General de la República (PGR), acompañado de su abogado Miguel Valerio, en el marco de las investigaciones por el colapso de la discoteca Jet Set, tragedia que dejó 236 muertos y más de 180 heridos el pasado 8 de abril.
La comparecencia se produjo luego de que un exempleado del establecimiento declarara ante el Ministerio Público que había advertido a Espaillat sobre el riesgo inminente de realizar la fiesta que fue animada por el merenguero Rubby Pérez —también víctima mortal del derrumbe— debido a serias fallas estructurales en el techo del local.
Según fuentes judiciales, el Ministerio Público ya tuvo acceso al teléfono celular del empleado, desde donde extrajo conversaciones que sostuvieron ambos días antes del evento. En esos mensajes, el trabajador habría expresado con claridad que la estructura del techo estaba comprometida y no resistiría la carga de asistentes prevista.
A su llegada a la sede de la PGR, el abogado de Espaillat se limitó a decir: “Estamos requeridos por la Procuraduría y hemos venido”, sin ofrecer más detalles sobre la condición jurídica del empresario ni su disposición ante los hallazgos de la investigación.
Por otra parte, la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie) entregó un informe preliminar al Ministerio Público sobre la tragedia, pero aún no se ha dado a conocer su contenido.