Por: Cristina Sánchez
La inequidad, garantizar la calidad de los medicamentos, la apertura a nuevas tecnologías y la lucha contra la corrupción son los principales retos de los sistemas de salud en América Latina, coincidieron expertos.
"La región en su conjunto sigue teniendo desafíos en términos de cobertura y calidad", dijo ayer sábado a Efe el maestro Roberto Martínez Yllescas, director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en México para Latinoamérica.
En la víspera del Día Mundial de la Salud, que se celebra el 7 de abril, el especialista señaló que los sistemas de salud en Latinoamérica están relacionados, en gran medida, con la cobertura y la equidad.
"La clave está en disminuir el grado de vulnerabilidad en pacientes de menores recursos", indicó.
Según el informe Tracking Universal Health Coverage: 2017 Global Monitoring Report realizado en conjunto por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Banco Mundial al menos la mitad de la población mundial está privada de servicios de salud esenciales.
En ese sentido, Cristian Morales Fuhrimann, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en México, destacó que en los últimos 40 años no se ha avanzado en el combate de la inequidad en la atención a la salud.
"Al contrario, se han acentuado diversos mecanismos como la segmentación y fragmentación de los sistemas de salud", refirió.
Un ejemplo claro se vive en México, pues es el segundo país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en el que el paciente ha de destinar más recursos propios para recibir tratamiento.
De esta manera, el llamado gasto de bolsillo -lo que tiene que poner el paciente de su propio dinero para atender las enfermedades- supone el 45 % del gasto total de salud en el país.
El experto destacó que, pese a que se han hecho múltiples esfuerzos, las personas en regiones como América Latina siguen teniendo acceso a los sistemas de salud de acuerdo a su situación económica.
Esto, aseveró Martínez Yllescas, es grave pues la salud "es una palanca de inclusión social".
"Porque no solo se trata del bienestar que se consigue estando en una situación de salud, sino también en términos económicos", dijo.
Explicó que una población saludable suele ser más productiva, pero cuando esto no sucede hay riesgos grandes en términos económicos.
"Por ejemplo, la población que desarrolla diabetes, lo hace en la mejor etapa de su vida productiva y, cuando no es bien tratada, las complicaciones son catastróficas, no solo para su economía, sino porque el gobierno tiene que invertir más recursos", dijo.
Al respecto Morales Fuhrimann destacó la importancia de cambiar a un modelo enfocado en atención primaria que pondere la prevención y que se enfoque en las personas y "no en atacar las comorbilidades", dijo.
En tanto, el doctor Rafael Grossmann, primer médico en el mundo en utilizar la tecnología Google Glass para operar, resaltó que mejorar el acceso a nuevas tecnologías pueden cambiar la realidad en la que hoy se encuentra el acceso a la salud.
"Si bien, las nuevas tecnologías se pueden utilizar para entretener, también pueden prevenir, curar y rehabilitar problemas de salud", aseveró.
Explicó que la tecnología puede ayudar a democratizar el acceso a la salud pues "hay cinco mil millones de personas en el mundo que no tienen acceso a servicios de cirugía seguros y asequibles, pero tenemos la tecnología para acortar esa brecha", indicó.
Dijo que entre las ventajas de las nuevas tecnologías, está que el "humano se haga más humano" pues, utilizada correctamente, puede acortar distancias, aminorar tiempos, reducir costos y eso derivará en que los médicos puedan ser más empáticos con los pacientes.
Sin embargo, aceptó que en regiones como América Latina en los profesionales de la salud existe todavía una resistencia a hacer uso de las opciones tecnológicas al alcance.
"Mucha gente se asusta porque piensan que nos separará del paciente, pero la tecnología, por el contrario, es una herramienta que nos puede enriquecer como profesionales", destacó.
Por otra parte, Roberto Martínez aseguró que otro de los retos de la región es la corrupción, que calificó como un "cáncer en el funcionamiento de los sistemas públicos de salud".
Señaló que los pacientes con enfermedades crónico degenerativas podrían tener mejor atención si se mejorara en temas de corrupción.
"Cuando se compra mal o caro, esa ineficiencia cuesta cuantiosos recursos que podrían utilizarse para comprar otro tipo de medicamentos o mejor la infraestructura, por ejemplo", dijo el experto.
Aseveró que se necesita un proceso más eficiente en la aprobación de medicamentos, además de un marco regulatorio claro y que los gobiernos gasten menos pero que al mismo tiempo se compren medicamentos de calidad.
"El conocimiento acerca de las políticas de regulación permiten hacer las dos cosas: extender la cobertura y estar siempre atentos a desarrollar indicadores de calidad que permitan medir eficacia de política de salud", concluyó.