Un estudio sobre la calidad del agua en República Dominicana revela que tomar un baño en la playa de Boca Chica, popular zona de recreo a media hora de Santo Domingo, supone entrar en contacto, "por lo menos, con dos kilos de materia fecal", con el consiguiente riesgo para la salud.
Así lo puso de manifiesto este miércoles el director del Gabinete del Agua del gobierno dominicano, Gilberto Reynoso, durante la presentación de un informe sobre la situación hídrica en el país junto al ministro de Economía, Miguel Ceara Hatton, y otros funcionarios vinculados con esta problemática.
Las afirmaciones de Reynoso sobre las condiciones de las aguas de Boca Chica están basadas en unos análisis llevados a cabo por expertos de los Estados Unidos en ese punto del litoral, confirmaron a Efe desde el Ministerio de Economía.
La acumulación de materia fecal en esta zona se debe a que Boca Chica tiene las condiciones de una laguna natural, con menos corrientes marinas, de modo que se acumulan las aguas residuales procedentes de ríos y del litoral caribeño, arrastradas de este a oeste hasta la citada playa, donde se estancan.
Además de alertar sobre la degradación de la calidad de los cuerpos de aguas del país, durante su exposición Reynoso opinó que es necesario que se produzcan transformaciones radicales y el desarrollo de una nueva cultura hídrica para garantizar las reservas de agua y un uso eficiente de la misma.
"Es importante que apliquemos medidas correctivas a tiempo para evitar una escasez crónica agua en el país, pues solo se tiene un 9 % de capacidad de regulación en presas de los caudales, cuando que se debe tener es un 40 % de aguas reguladas", señaló.
El Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo informó de que realiza las negociaciones para que el Banco Mundial apoye al país para la reforma y modernización del sector agua, en una iniciativa multifase que se extenderá por siete o 10 años con varios proyectos consecutivos, destinados al agua potable y saneamiento.