El expresidente del Senado dominicano Ramón Alburquerque explicó este miércoles que el sometimiento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a un juicio político (impechment) no implicaría la pérdida de una serie de beneficios y derechos de los cuales disfrutaría como exmandatario de la nación norteamericana y como ciudadano.
Sostuvo que para quitar los beneficios de que gozan los expresidentes estadounidenses, se debería aprobar una ley especial y que en el caso de Trump, debería ser luego que concluya su mandato el próximo 20 de enero.
Entrevistado vía telefónica en El Gobierno de la Tarde, Alburquerque dijo que un representante y otras personalidades que entrevistó en el programa Los Sabios en la Z, el cual produce, ofrecieron explicaciones en el sentido de que un juicio político no invalidaría la posibilidad de que pueda volver a aspirar en el futuro.
Precisó que ese juicio solo contemplaría la suspensión de su mandato actual y terminación del período, por lo cual tampoco implicaría la pérdida de su pensión como expresidente ni la seguridad especial asignada a los expresidentes de ese país.
Manifestó que para aprobar una ley especial en ese sentido, que no requeriría la aprobación de las dos terceras partes de ambas cámaras.
Expuso que de aprobarse esa ley en Estados Unidos se rompería con la tradición de que los expresidentes no son enjuiciables en esa nación.
Alburquerque afirmó, no obstante, que en la inflexión histórica Trump tiene todas las de perder, porque aunque obtuvo más de 70 millones de votos, refirió que esa votación ocurrió antes de los acontecimientos ocurridos en el Capitolio la semana pasada, cuando el jefe de Estado incitó a sus seguidores a tomar el Congreso e impedir la ratificación del triunfo de Joe Biden y la decisión del Colegio Electoral.
Al argumentar que Trump tiene todas las de perder en el actual proceso político y postelectoral, expresó que ya los GOP o los "Grandes Viejos del Partido (Republicano), le han declarado un retiro de apoyo o arrepentimiento en masa.
Manifestó que lo lógico es que en una sociedad de valores, a Trump los sectores que le han respaldado comiencen a retirarle apoyos.