La gobernadora del estado de Alabama (EE.UU.), Kay Ivey, ordenó este lunes que se suspendan las ejecuciones de reos sentenciados a muerte mientras se lleva a cabo una revisión del proceso, después de que se hayan producido fallos en el protocolo de actuación en varias ocasiones.
En un comunicado, la gobernadora republicana Ivey ordenó al Departamento de Prisiones que revise "de arriba a abajo" el proceso de ejecuciones para "asegurar que el estado puede aplicar la Justicia de forma exitosa" de ahora en adelante.
La orden de la gobernadora llega después de varios casos en que las ejecuciones previstas se han tenido que suspender por errores de protocolo o en que se han efectuado pero sin cumplir con todos los aspectos del proceso requerido para aplicar la pena de muerte en el estado.
El pasado 17 de noviembre estaba prevista la ejecución del preso Kenneth Eugene Smith, que finalmente no se produjo al ser incapaces los funcionarios de prisiones de encontrar el material necesario para aplicarle la inyección letal por vía intravenosa dentro del plazo previsto por la ley (hasta la medianoche de ese día).
Desde el Departamento de Prisiones justificaron el fallo por una batalla legal de última hora presentada por parte de los abogados del condenado a muerte y que, aseguraron, les impidió proceder con los pasos establecidos en el protocolo para garantizar que todo el material estaba preparado para la ejecución.
Unas semanas antes había ocurrido algo similar con la ejecución de Alan Eugene Miller, prevista para el 22 de septiembre pero que tampoco se produjo por la misma razón.
Y antes de Miller se dio el caso de otro reo, Joe Nathan James, quien sí fue ejecutado en julio de este año, pero cuya ejecución fue duramente criticada por "chapucera", lo que tuvo como consecuencia una muerte larga y dolorosa para el preso.
"No puedo traer a otra familia de una víctima al penal con el objetivo de que se haga justicia y poner fin al sufrimiento hasta que esté segura de que podemos aplicar la sentencia legal", indicó la gobernadora para justificar su decisión.
La pena de muerte forma parte del sistema legal de 27 de los 50 estados de EE.UU., aunque solo se aplica de forma activa (con por lo menos una ejecución en los últimos diez años) en 11: Alabama, Texas, Florida, Misuri, Misisipí, Georgia, Arkansas, Oklahoma, Arizona, Nebraska y Dakota del Sur.