Trescientas personas murieron o desaparecieron en la ruta migratoria de República Dominicana a Puerto Rico desde 2014 hasta el 19 de febrero pasado, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Esta cifra sitúa a dicha vía como la tercera en número de desapariciones/muertes en América, de un total de 7.489 casos en ese período y que encabezan la frontera de México y EE.UU. (4.353) y las rutas de Cuba a Estados Unidos (479)
TENDENCIA AL ALZA
En una entrevista con EFE, Edwin Viales, monitor regional para las Américas del Proyecto Migrantes Desaparecidos de la OIM, alertó de una tendencia al alza de estos casos: "Las personas migrantes que forman parte de todos los flujos de movilidad humana que atraviesan nuestra región están falleciendo en las rutas migratorias".
De hecho, más de 1.338 migrantes perdieron la vida o desaparecieron en el continente americano en 2022 durante su travesía irregular, el número más alto desde que arrancó el programa en 2014 y que es solo "una estimación mínima del verdadero número de vidas perdidas" en un inédito flujo migratorio hacia el norte.
Ya en 2021 la cifra de 1.249 migrantes en movilidad muertos o desaparecidos marcaba un hito y dejaba atrás los 798 de 2020. Entre el 1 enero y el 19 de febrero de este 2023 se registraron 216 casos.
Del total de casos contabilizados desde 2014, las causas principales fueron ahogamiento (2.613), mixtas o desconocidas (2.576), accidentes de tráfico (977) y condiciones ambientales extremas/falta de albergue, comida y agua adecuados (735).
La muerte el 15 de febrero de al menos 38 migrantes en un accidente de tráfico en Panamá, uno de los peores en la historia del país, y de otros al menos 17 en similares circunstancia en México ha vuelto a poner el foco en la urgente necesidad de abrir más vías regulares a la migración.
"La mejor forma de reducir estos fallecimientos y desapariciones es la creación de más y mejores vías de migración regular (…) Si no, estos números van a seguir aumentando", afirmó Viales.
EL INMENSO SUBREGISTRO EN EL CARIBE Y EL DARIÉN
El Proyecto Migrantes Desaparecidos alerta que sus cifras "deben considerarse como una estimación mínima del verdadero número de vidas perdidas durante la migración", dado el reto que conlleva su recopilación.
Esto es así especialmente en el Caribe y en el Tapón del Darién, la selva fronteriza entre Panamá y Colombia que fue cruzada en 2022 por la cantidad récord de 248.284 migrantes irregulares con rumbo a Estados Unidos, según datos panameños.
Entre 2014 y 2022 se registraron en el Darién "207 migrantes fallecidos y desaparecidos", pero "es evidente que son muchísimos más", pues "múltiples testimonios nos dicen que en la selva hay miles de restos de personas migrantes sin identificar y sin una sepultura digna", indicó Viales.
Esa es una situación "muy similar a la que sucede en el Caribe", que tiene "la segunda cifra más alta de muertes y desapariciones de migrantes registradas por el Programa en la región, después de la frontera entre México y los Estados Unidos", de acuerdo con la OIM.
Según los datos del Proyecto, al menos 349 migrantes murieron o desaparecieron en rutas marítimas por el Caribe en 2022, una cifra récord que dejó atrás los 180 contabilizados en 2021. Desde 2020 el registro totaliza al menos 692.
En el Caribe se produce lo que el Proyecto Migrantes Desaparecidos ha denominado Naufragio Fantasma o el hundimiento por causa de condiciones extremas de embarcaciones con migrantes, unos hechos que no son del conocimiento de ni autoridades ni medios.
"Puede decirse que nadie tiene conocimiento de ese incidente. Los logramos documentar o rastrear porque las propias familias acuden a los medios" para reportar la desaparición, alertó Viales.