Un 11 % de la población mundial, sobre todo en el África subsahariana, sigue sin tener acceso a la electricidad y pese a los avances de los últimos años con la dinámica actual continuarán siendo 650 millones en 2030.
Este es el diagnóstico de los autores de un informe conjunto de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), el Banco Mundial (BM), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la División Estadística de Naciones Unidas (UNSD) publicado este miércoles.
La AIE explicó en un comunicado que el número de personas sin electricidad se redujo de 1.200 millones en 2010 a mil millones en 2016 y a 840 millones al año siguiente, con progresos que fueron particularmente importantes en países como India, Bangladesh, Kenia y Myanmar.
Pero también que sin acciones más sostenidas no se conseguirá reducirlas a cero en 2030, que es uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible fijados en el marco de la ONU. En esa fecha serán todavía 650 millones, y nueve de cada diez estarán en el África subsahariana.
De hecho, el mayor reto está en esa región, donde 573 millones de personas carecían de acceso a la electricidad en 2017, el último año para el que hay datos disponibles.
Por otro lado, cerca de 3.000 millones de personas carecen de una energía limpia para cocinar (en su inmensa mayoría utilizan leña o carbón), con las consecuencias negativas que eso tiene para su salud, para el medio ambiente y para la igualdad de género.
De acuerdo con los autores del estudio, su número pasará a 2.200 millones en 2030. El problema, una vez más se concentra en el África subsahariana y también en Asia.