Turquia

Agricultor descubre un mosaico romano de 1,700 años

viernes 17 enero , 2025

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En un rincón tranquilo del este de Turquía, un descubrimiento casual ha capturado la imaginación de arqueólogos e historiadores.

Según el informe, fue encontrado apenas 50 centímetros bajo tierra, en las proximidades del pequeño pueblo de Salkaya, un agricultor local se topó con un mosaico romano de dimensiones sorprendentes y belleza inusual.

La obra, que abarca 84 metros cuadrados y se remonta al siglo III d.C., revela un mundo fascinante de cacerías antiguas, animales exóticos y simbolismos que invitan a reflexionar sobre la vida en los límites orientales del Imperio Romano.

El hallazgo, liderado por arqueólogos del Museo de Arqueología y Etnografía de Elazığ, ha sido descrito como único en su tipo. No solo por su excelente estado de conservación, sino porque muestra una riqueza figurativa pocas veces vista en mosaicos similares encontrados en Turquía.
Este tesoro artístico es más que una muestra de destreza técnica: es una ventana al pasado que, como sostienen los investigadores, podría redefinir nuestra comprensión de la región y su importancia en el mundo romano tardío.
El mosaico presenta un conjunto vibrante de escenas de cacería, protagonizadas por animales que habitaban la región hace casi dos milenios. Entre los más llamativos se encuentra el raro leopardo de Anatolia, capturado en un momento de tensión mientras hunde sus colmillos en el cuello de un avestruz. Alrededor de él, se despliega un drama visual en el que leones persiguen cabras montesas, osos acechan ciervos y galgos rodean a un jabalí. Estas imágenes dinámicas, casi cinematográficas, contrastan con las representaciones más tranquilas de aves como faisanes y patos que descansan bajo árboles frutales y entre rosas florecidas.

Este contraste no es casual. Los arqueólogos sugieren que el mosaico podría haber sido diseñado para transmitir un mensaje dual: por un lado, la ferocidad y el poder asociados con los depredadores, símbolos tradicionales de autoridad en la cultura romana, y por otro, la armonía de la naturaleza representada en las aves y las plantas. Es, en esencia, una narrativa visual del ciclo eterno de la vida y la muerte, reflejo tanto del orden natural como del control humano sobre el entorno.

El diseño del mosaico, cuidadosamente organizado a lo largo de un eje norte-sur, parece haber sido concebido para impresionar a quienes lo contemplaban.

Los investigadores creen que este deslumbrante suelo decoraba el salón de recepción o el comedor de una residencia perteneciente a un alto funcionario romano, posiblemente un gobernador o un comandante militar. Más allá de su función decorativa, habría sido también un símbolo de estatus, una declaración de poder y riqueza en una región que servía como frontera estratégica entre el Imperio Romano y el Imperio Sasánida.

Redacción Z Digital

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