Juan González

Afirman que América Latina será un “campo de batalla” entre Trump y China

miércoles 8 enero , 2025

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Juan González | Foto: Fuente externa

En el contexto de la creciente rivalidad entre China y Estados Unidos, territorios e infraestructuras estratégicas como el Canal de Panamá, la isla de Groenlandia o el Golfo de México —al que Donald Trump ha propuesto denominar "Golfo de América"— se han convertido en piezas fundamentales en la disputa por el control de las rutas comerciales y la proyección global de poder entre estas superpotencias. Así lo afirma el politólogo y experto en Relaciones Internacionales, Juan González.

En ese sentido, destacó que el presidente electo Donald Trump ha mostrado interés en consolidar la influencia de los Estados Unidos en esta, reconociendo su valor geopolítico en términos de conectividad bioceánica, movilización militar y comercio internacional.

“Estos puntos estratégicos no solo garantizan ventajas en la red global de intercambio de bienes, sino que también fortalecen la posición de poder de quien los controle,” sostuvo el politólogo.

En ese contexto, el también profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) destacó que, sin embargo, China viene desarrollando estrategias para diversificar sus rutas comerciales globales, a fin de reducir su dependencia de infraestructuras históricamente dominadas por Occidente.

“Uno de los proyectos más ambiciosos de China en la región es el Corredor Bioceánico Central, que conectará el puerto de Chancay, en Perú, con el puerto de Santos en Brasil. Este corredor promete transformar las dinámicas comerciales entre Asia y América Sur, ofreciendo una alternativa más eficiente al Canal de Panamá y al Estrecho de Drake”, comentó el académico.

El Corredor Bioceánico Central se enmarca en la iniciativa del Cinturón y la Ruta de China, una gran red de infraestructura global diseñada para mejorar la conectividad en transporte, energía y comunicaciones del gigante asiático a nivel planetario.

En ese sentido, sostuvo que, en América Latina, este proyecto asegura a China un flujo constante de materias primas críticas como el litio (fundamental para los vehículos eléctricos), cobre, hierro o petróleo. Así como productos agrícolas esenciales como la soja, maíz o trigo.

Destacó que la intensificación de la rivalidad entre China y Estados Unidos en América Latina no solo transformará las dinámicas de poder en la región, sino que también presentará una serie de desafíos y oportunidades.

“Algunos países de la región podrían beneficiarse del enfoque de reducción de riesgos en la cadena de suministros, implementado por Estados Unidos, ya que está sacando de China (relocalizando), por un asunto de seguridad nacional, la producción de componentes clave como los semiconductores para llevarlo a países amigos o cercano mediante la estrategia del friendshoring o nearshoring”, señaló. 

En ese sentido, indicó que los países latinoamericanos deberán adoptar estrategias diplomáticas más proactivas y sofisticadas para manejar sus relaciones con ambas superpotencias, a fin de tener acceso a capital y tecnología en condiciones más favorables, lo que permitirá impulsar el desarrollo y, por ende, mejorar el bienestar de la población.

Redacción Z Digital

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