Los colegios electorales de Brasil abrieron este domingo sus puertas para la celebración de los comicios presidenciales, legislativos y regionales, los más imprevisibles en las dos últimas décadas y para los que están convocados 147,3 millones de votantes.
Además de un nuevo presidente, los brasileños elegirán a los gobernadores de los 27 estados del país, dos tercios del Senado y a los 513 diputados federales, y renovarán los legislativos regionales.
Los electores, el 70.6 % de los 208,5 millones de habitantes del país, podrán ejercer su derecho al voto en los 5.570 municipios de todo el territorio y en 171 localidades en el exterior.
Los cerca de 450 mil centros de votación instalados en el país abrieron a las 08.00 horas (11.00 GMT) y funcionarán hasta las 17.00 (20.00 GMT) aunque, por los diversos usos horarios que existen en el extenso territorio brasileño, en los estados del oeste cerrarán dos horas después.
A partir de ese momento podrán ser divulgados sondeos a pie de urna y también, una vez que cierren los centros en todo el país, el Tribunal Superior Electoral tiene previsto comenzar a difundir sus primeros boletines con resultados oficiales.
Las elecciones se celebrarán con la seguridad reforzada por el Ejército en 513 de los 5.570 municipios del Brasil, ubicados en 11 de los 27 estados brasileño, en su mayoría en la región amazónica y en el empobrecido nordeste, pero también en Río de Janeiro, en donde una creciente ola de violencia obligó al Gobierno a determinar una intervención militar en la seguridad.
Las elecciones de este año, las más imprevisibles desde que Brasil recuperó la democracia en 1985, se caracterizó por un clima de radicalización y polarización entre el socialista Fernando Haddad y el ultraderechista Jair Bolsonaro, quien fue acuchillado durante un mitin el 6 de septiembre pasado.
Según las últimas encuestas, difundidas ayer sábado, Bolsonaro, un polémico candidato por ser defensor de la dictadura militar (1964-1985) y por sus declaraciones machistas, racistas y homófobas, ganará la primera vuelta de las elecciones presidenciales con una votación en torno al 40 % de los votos válidos, en tanto que Haddad lo seguirá con el 25 %.
Como ninguno de los candidatos alcanzará más de la mitad de los votos válidos, los dos más votados tendrán que medirse en una segunda vuelta prevista para el 28 de octubre, en la que el ultraderechista figura con una ligera ventaja pero en empate técnico con Haddad, que sucedió al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva como candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
Mientras que para la firma Datafolha, Bolsonaro obtendría el 45 % de los votos en la segunda vuelta y Haddad el 43 %, para el Instituto Ibope el ultraderechista alcanzaría el 45 % y el socialista el 41 %.
El tercer favorito entre los candidatos es el laborista Ciro Gomes, que tiene entre el 13 % y el 15 % de las intención de voto