Abogados estadounidenses que ayudan a los centroamericanos de la caravana de migrantes llegados a Tijuana (México) en su intento de lograr el asilo en Estados Unidos creen que tienen motivos para ganar sus casos, aunque advierten que con el Gobierno del presidente Donald Trump no será fácil.
Gilbert Saucedo, copresidente de la sección de Los Ángeles del Gremio Nacional de Abogados (NLG-LA), explicó a Efe que la gran mayoría de las personas con las que habló en un recorrido que hizo por uno de los albergues instalados en Tijuana cuenta con un caso creíble para recibir asilo.
"De la gente con la que hablé pareciera que un 70 % de ellos tendría una solicitud legítima, pero lo triste es que quizá eso no se vea traducido en obtener asilo, primordialmente por el sentimiento antiinmigrante dentro de la Administración del presidente Trump", señaló en San Diego (California).
"Mi impresión es que están buscando razones para descalificarlos en lugar de aprobar sus solicitudes de forma objetiva", lamentó sobre una situación que calificó de "crisis humanitaria".
En el año fiscal 2017, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) recibió 78.564 solicitudes de asilo, de las cuales, se determinó que 60.566 individuos tenían un "miedo creíble" de regresar a sus países de origen, lo que los hace elegibles para asilo político.
Pero las opciones de éxito se redujeron notablemente después de que el Departamento de Justicia de EE.UU. informase en junio pasado de que "en general" ya no son elegibles para el asilo las víctimas de violencia doméstica o de pandillas y abuso sexual, principales argumentos esgrimidos por los migrantes centroamericanos.
De esta forma, quieren acabar con el, en su opinión, "abuso" al que se veía sometido el sistema de asilo, al que, bajo la actual legislación, pueden acogerse aquellos que prueban que son perseguidos en sus países por raza, religión, nacionalidad, preferencia política o pertenecer a un particular grupo social.
El año fiscal 2018, que concluyó el 30 de septiembre pasado, batió récords en el número de decisiones de los jueces de inmigración sobre asilo, según datos que la Universidad de Syracuse, en Nueva York, publicó hoy.
En el 65 % de estas decisiones se denegó el asilo, por lo que se sigue una tendencia por la cual las tasas de rechazo han aumentado por sexto año consecutivo.
Las tasas de negación de asilo aumentaron durante los primeros meses de la Administración Trump en 2017 y luego se estabilizaron, pero volvieron a crecer después de que el Gobierno restringiera en junio pasado los motivos por los cuales los jueces de inmigración podían otorgar asilo.
Esta nueva interpretación legal se suma a la proclamación presidencial emitida por Trump a comienzos de mes, y paralizada por un juez federal, por la que se quería restringir la petición de asilo a aquellos que entrasen al país legalmente por los puertos de entrada, lo que genera grandes esperas.
Esa lista de espera para ser recibidos por autoridades estadounidenses es otro de los factores que se han encontrado los miles de inmigrantes de la caravana de migrantes llegados a la frontera sur del país.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) indicó este miércoles a Efe que podrían pasar entre 5 y 8 semanas antes de empezar a atender a los más de 6.000 inmigrantes que aguardan en Tijuana y otros 3.000 más en la vecina Mexicali, aunque la cifra podría subir con el arribo de otros grupos de la caravana.
El Foro Nacional de Inmigración (NIF) estima que cada día se procesan entre 40 y 100 solicitudes, por lo que atender a todos ellos podría llevar meses.
Esto hace suponer que la estrategia del Gobierno de Trump es hacer tan larga la espera que muchos inmigrantes opten por regresar a casa, coinciden abogados y activistas.
"Por todo lo que he visto parece que eso está sucediendo, ellos deberían procesar a las personas más rápido, recibirlos y ponerlos en centros de detención para esperar sus casos", consideró Saucedo, quien criticó que, en lugar de adoptar esta estrategia, se haya invertido en mandar 5.600 soldados del Ejército a la frontera.
Enrique Morones, director del grupo rescatista Ángeles de la Frontera, piensa que si bien muchos estarán dispuestos a esperar meses también hay quienes se pueden desesperar y buscar el cruzar la frontera a toda costa, incluido por zonas remotas.
"Yo les he recomendado, con todo mi corazón, que ni vayan por allá, es muy peligroso", dijo a Efe.