El presidente Luis Abinader pidió la atención de los países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) sobre el problema de la migración irregular en la región y planteó la crisis de Haití y su impacto en la República Dominicana.
Abinader habló en el inicio de la Reunión Ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno del SICA que inició en la mañana de este viernes en el Centro de Convenciones y Cultura de la Universidad Tecnológica de Santiago (UTESA).
“Antes de continuar debo mencionar un tema de suma importancia para República Dominicana. Como ustedes conocen, la vecina nación de la República de Haití recientemente ha visto su estabilidad política y social deteriorarse, desatando oleadas de emigración, en la mayoría de los casos irregular y desordenada, siendo el primer destino República Dominicana e incluso otros países de la región SICA”, dijo.
Planteó que “ha habido un incremento generalizado de las migraciones en todo el mundo, realidad que impacta fuertemente en nuestra región, pues también es cierto que la migración SUR-SUR no cesa de crecer”.
Por esto, señaló Abinader, que termina hoy su periodo de presidente pro tempore de la entidad regional, “es imperativo que desde el SICA y en cada uno de los organismos donde tenemos espacios de diálogo, trabajemos seriamente por lograr un mejor ordenamiento de los movimientos de personas”.
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Si bien somos conscientes, precisó, “de que los mismos se producen por factores estructurales propios del escaso desarrollo de nuestras economías, también es cierto que es obligación de cada gobierno asumir los niveles de compromiso que les corresponde, sobre todo si son emisores”.
A continuación, llamó la atención de los presentes en la reunión del SICA, “para que se haga conciencia de que el sacrificio que hace República Dominicana con el exceso de inmigrantes irregulares supera sus posibilidades de asimilación”.
Razón por la cual, precisó Abinader, “la comunidad internacional tiene la obligación de acudir en ayuda de Haití para superar los sufrimientos que soporta ese pueblo y, sobre todo, que su gobierno pueda asumir mayor nivel de responsabilidad frente a los países receptores”.
LA INTEGRACIÓN ES UNA SOLUCIÓN
En otro orden, el presidente Abinader, analizó el impacto negativo en la integración regional de “los efectos continuos de la crisis sanitaria, los potentes fenómenos climáticos que han azotado nuestra región y las consecuencias funestas de la guerra. Todo esto ha impactado la cotidianidad de nuestros pueblos y ha dejado profundos efectos que estamos obligados a superar”.
Destacó que uno de estos efectos “ha sido el trastrocamiento de las cadenas globales de suministro. Por este motivo, estoy convencido de la necesidad de diversificar nuestras fuentes de materia prima e incluso productos manufacturados”.
Abinader propuso que “la mejor dirección en la que podemos ir es hacia adentro” afianzando “los ancestrales vínculos entre nuestros pueblos, tanto de Centroamérica, del Caribe, como del resto de América Latina, en los ámbitos culturales, familiares, políticos, comerciales y más”.
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Destacó la importancia de la celebración de la reunión ministerial del SICA y la Comunidad Andina del pasado ocho de noviembre, considerando que ambos mecanismos de integración “tienen largo tiempo en funcionamiento, implementando medidas y proyectos, adquiriendo experiencias exitosas, cuyo intercambio redundará en beneficios muy tangibles para nuestros pueblos”.
El presidente dominicano dijo “que el marco institucional de la integración centroamericana fue establecido en un contexto global sumamente diferente, y es necesario hoy en día hacer un profundo análisis sobre los éxitos y las debilidades que tiene, a fin de proveer a través de los mecanismos existentes el valor agregado que nuestros ciudadanos merecen”.
LÍDERES DEL SICA
Acompañan a Abinader en la cumbre del SICA Rodrigo Chaves, presidente de la República de Costa Rica; Renato Florentino Pineda, presidente de Honduras; Juan Antonio Briceño, primer ministro de Belice; Felix Ulloa, vicepresidente de la República de El Salvador; Denis Moncada, ministro de Relaciones Exteriores de la República de Nicaragua; Janaina Tewaney, ministra de Relaciones Exteriores de la República de Panamá; y Giovani Rene Castillo Polanco, viceministro de Relaciones Exteriores de la República de Guatemala