El presidente Luis Abinader durante la presentación del Plan de Reformar Penitenciaria I Foto: Presidencia
El presidente Luis Abinader afirmó este jueves que la reforma penitenciaria es "vital" y de "máxima urgencia" para el país, y adelantó que el Gobierno bloqueará la comunicación ilegal de los presos con el exterior para de esa forma reducir el radio de acción del crimen organizado.
"Una cárcel reformada no debería de tener ese problema, pero en lo que llegamos a esa cárcel reformada tenemos que acudir a la tecnología de los bloqueadores, para imposibilitar que se realicen los crímenes desde las cárceles", expresó el gobernante durante la presentación del Plan de Reforma Penitenciaria, en el Palacio Nacional.
Durante el encuentro, Abinader ofreció algunos detalles de los que sería la ejecución de una "Reforma Penitenciaria e Integral", al tiempo de presentar al exrector de la UASD Roberto Santana como asesor honorífico del Poder Ejecutivo en políticas de seguridad y sistemas penitenciarios.
"La reforma penitenciaria tiene como objetivo contribuir a la seguridad ciudadana y para la disminución de la criminalidad, el respeto a la dignidad de las personas en conflicto con la ley penal y su posible reinserción social, así como la protección de las víctimas y las comunidades", agregó el jefe de Estado.
Abinader consideró esa reforma de "vital y de máxima urgencia", y adelantó que Santana estará al frente de esa tarea.
"Como dije en mi discurso de juramentación, en una sociedad libre moderna, democrática y avanzada como la que aspira a ser la dominicana, todos merecemos desarrollar un proyecto de vida sin violencia", expuso el mandatario.
Precisó que la política penitenciaria no puede ser un elemento ignorado al margen de un sistema de seguridad integral.
"Por ello, debemos mejorar y atender las acciones de prevención, disuasión y de inserción de manera conjunta y coordinada y esto requiere un esfuerzo tan grande como la meta que queremos alcanzar", expuso Abinader.
Del encuentro participaron, además, el ministro de la Presidencia, Lisandro Macarrulla; el de Interior y Policía, Jesús Vásquez; el director general de la Policía Nacional, Edward Sánchez, y el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), José Manuel Cabrera.