El presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, señaló este sábado en la localidad de Concepción, en el norte, que el crimen organizado se encuentra "incómodo" y "molesto" en el país, después de que este jueves miembros del Primer Comando Capital (PCC) protagonizarán un altercado en un centro de reclusión.
"Claro que hoy están molestos, claro que hoy están incómodos en Paraguay, porque es la primera vez en la historia que hay una voluntad política de luchar de manera férrea y comprometida contra el crimen organizado", apuntó el mandatario.
Abdo Benítez se refirió así a los altercados protagonizados por tres miembros del PCC el pasado jueves en el Centro de Rehabilitación Social (Cereso), en el departamento de Itapúa, al sur del país, que huyeron del penal con un rehén, aunque fueron capturados por las autoridades poco después.
En este sentido, el presidente paraguayo recordó que desde que está al frente del país se han expulsado a "más de 160 integrantes del PCC" y se ha dado un golpe por valor de "más de 150 millones de dólares" al crimen organizado, además de la incautación de patrimonio que pasó a nombre del Estado.
No obstante, reconoció que el país tiene "problemas carcelarios" relacionados con la superpoblación de las penitenciarias, que este Ejecutivo tratará de solventar con la construcción de cuatro cárceles más.
La propuesta del Gobierno de incrementar el número de penales, sin embargo, cuenta con la desaprobación del Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura (MNP), para quienes la solución al problema del hacinamiento en las cárceles pasa por reducir el abuso de la prisión preventiva y no por edificar más penitenciarias, como han repetido en varias ocasiones.
El proyecto del Gobierno, que ya depende del proceso de construcción, prevé establecer módulos especiales para "separar a la gente del PCC para que estén todos en una sola unidad para que puedan tener mayor control", según Abdo Benítez.
La construcción de esas nuevas cárceles también plantea la necesidad de aumentar los recursos humanos que se encarguen de su seguridad, para lo que Abdo Benítez ha propuesta modificar las atribuciones constitucionales de las Fuerzas Armadas.
"Ya bajé el debate, sé que es un debate polémico, sobre la utilización de las Fuerzas Armadas para nuestra seguridad pública, algunos están de acuerdo, otros no. Hoy tenemos una capacidad ociosa que no estamos utilizando adecuadamente contra el crimen organizado", reiteró el presidente.
El mandatario paraguayo confía en contar con el apoyo del Congreso para llevar adelante una consulta ciudadana sobre esta cuestión que conllevaría enmendar la Constitución para darle a las Fuerzas Armadas una nueva competencia.
"Tienen una enorme vulnerabilidad constitucional y estamos todos limitados en la utilización de unos recursos que tenemos, que paga anualmente el pueblo paraguayo, que está dentro del presupuesto de gastos de la nación y que no podemos desarrollar y utilizar todo el potencial que tienen las Fuerzas Armadas de la nación", agregó.
Abdo Benítez planteó que las Fuerzas Armadas, además de dedicarse a la defensa territorial y de las autoridades legítimamente constituidas, como establece la Constitución, puedan combatir el crimen organizado en las fronteras, las cárceles o los aeropuertos.