Wilson Ureña, psiquiatra infantil | Foto: Kelvin de la Cruz
Como una catástrofe calificaron los psiquiatras Wilson Ureña y Héctor Guerrero Heredia los pocos medicamentos que existen en la República Dominicana para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en los niños y adolescentes.
Los especialistas de la salud mental indicaron que en el país solo están los fármacos: metilfenidato, atomoxetina, clonidina y el bupropión para tratar el trastorno.
Guerrero Heredia, presidente del Colegio Dominicano de Neuropsicofarmacología, llamó a las autoridades de Salud Pública y a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) para que presten atención al problema.
Pero además, el especialista culpó a los psiquiatras infantiles dominicanos por no hacer presión para que se traigan al país las medicamentos.
«El 90 % de los medicamentos para trastorno por déficit de atención que existen en el mundo no están en la República Dominicana… si una de las cosas de este Gobierno es la Revolución Educativa, usted no puede tener a un 6 % de nuestros jóvenes que tienen déficit de atención sin los medicamentos», señaló Guerrero Heredia.
El psiquiatra dijo que esa estadísticas están plasmadas en un estudio que presentó en el pasado Congreso de Psiquiatría (y que pronto lo hará) sobre la prevalencia del TDAH en 5,460 pacientes.
Añadió que en el estudio se vio que en el grupo etario entre 10 y 19 años, el porcentaje de TDAH es de 12 a 18 % como causa de visita al psiquiatra: «Estamos hablando que el problema de déficit de atención en República Dominicana es más que el problema de diabetes en niños», precisó Guerrero Heredia.
Mientras que Wilson Ureña, indicó que en la Residencia de Psiquiatría de Niños y Adolescentes del Hospital Infantil Dr. Robert Reid Cabral se han atendido más de 17 mil pacientes, de los que de un 10 a 12 % padece de TDAH.
Más sobre el TDAH
El psiquiatra infantil Wilson Ureña explicó que hiperactividad significa que el niño no tiene un nivel de concentración adecuado, se mueve mucho y por no enfocarse, tiene problemas de aprendizaje y no aprende en la escuela. Aclaró que esto no quiere decir que el coeficiente intelectual del niño sea bajo.
«A nivel del lóbulo prefrontal, que es donde está el lugar del enfoque, de la ejecución, entonces el niño, al no poder conectar con esas sinapsis entre los neurotransmisores por una disminución de la dopamina y de la serotonina y un aumento de la noradrenalina, no podrá enfocarse», precisó.
Tratamiento
Una vez diagnosticado el TDAH, lo que prosigue es el tratamiento. Ureña señaló que medicar un niño no es lo mismo que un adulto: «Entra la herida narcisista de los padres donde comienzan a discutir si fue por ti o por mí que salió así; y la mayoría de las veces siempre hay un componente genético y un factor ambiental», explicó.
El especialista dijo, durante su intervención en La Receta Médica, que casi siempre detrás de un niño con trastorno por déficit de atención e hiperactividad hay un padre o una madre con trastorno aunque no se le diagnosticó.
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Uno de los problemas a los que se enfrentan los médicos a la hora del diagnóstico, es que los padres se resisten en darles los fármacos a los niños pues entienden, según el especialista, que están drogando a sus infantes.
Ureña sostuvo que el tratamiento por lo general es a corto plazo y en 90 días se ven los resultados. Pero como el TDAH no está solo, sino que viene acompañado con otras comorbilidades como ansiedad, trastorno de la conducta, el negativista oposicionista desafiante, a veces hay que prolongar el medicamento.
Por otro lado, Guerrero Heredia resaltó la importancia de medicar a quienes padecen de TDAH, puesto que la posibilidad de usar drogas es 40 veces mayor de quienes no padecen el trastorno. Pero si está medicado, la posibilidad de que no use droga es muy alta.
