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¿Cuándo y cómo el pueblo le cobra en las urnas al Gobierno?

jueves 4 abril , 2024

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Voto en la urna | Foto: EFE/Orlando Barría

Las reacciones de los pueblos no siempre son predecibles. De hecho, en ocasiones los pueblos actúan de formas que ni los más experimentados analistas, sociólogos, historiadores y estrategas en política se lo imaginaban; aunque la generalidad es de acciones más frecuentes.

Por ejemplo, por lo general, en situaciones de crisis profundas, que afectan la economía de un país, el pueblo tiende a castigar al gobernante de turno, aun cuando la situación en cuestión no sea directamente su responsabilidad.

Eso ocurrió, por ejemplo, durante la pandemia del covid-19, que provocó la paralización de las actividades económicas por la cuarentena sanitaria y eso afectó la situación de la gente. El resultado fue que en la mayoría de países donde se celebraron elecciones durante el año de la pandemia, el partido político en el gobierno perdió. Pasó así en República Dominicana y también en Estados Unidos, por solo poner dos ejemplos.

Cuando la crisis es particular de un país en cuestión y de responsabilidad directa del gobernante de turno, el castigo es más severo. Eso pasó aquí en las elecciones de 2004, en plena crisis financiera, cuando la reacción de la población en las urnas fue la de sacar del Gobierno al presidente candidato de entonces, Hipólito Mejía.

Pero eso solo ocurre cuando la crisis es una verdadera crisis, es decir; no basta con que la situación esté algo difícil y que haya momentos de inflación, sino, que haya una real crisis.

Es así, porque “el pueblo”, es decir, la gente pobre, generalmente no reacciona de forma adversa porque haya corrupción gubernamental o porque la institucionalidad se esté deteriorando. Los pobres reaccionan cuando su bolsillo se ve afectado, es decir, cuando hay una crisis que impacta directamente la economía.

Pero, visto así, ¿por qué el gobernante de turno en República Dominicana, quien además es candidato a la reelección presidencial, no se ve afectado por la voluntad del pueblo en lo que parece serán los resultados electorales, dada su alta puntuación en las encuestas?

No es casual que los opositores se pregunten cómo las encuestas le dan mayoría en simpatía o favor del voto, cuando esa misma mayoría dice que la inflación, la inseguridad y la situación económica son sus principales preocupaciones.

La respuesta pudiera explicarse en dos vertientes. De un lado, en República Dominicana, si bien ha habido períodos de alta inflación durante los últimos tres años y medio, también ha de reconocerse que no se trata de una “crisis” económica en sí, sino, más bien, una situación coyuntural.

Además, el Gobierno ha sido bastante diligente en crear desde la opinión pública la percepción de que esos espirales inflacionarios no son por factores internos, sino por situaciones externas que son el resultado de los efectos de la pandemia.

La otra explicación los opositores deben buscarla en el ámbito interno y es algo difícil de desmontar. Sucede que la gente reconoce que hoy día los productos están más caros que en pasado, así como que su situación pudiera estar peor que antes.

Sin embargo, esa misma gente no parece estar culpando al presidente de turno de su situación. De hecho, el presidente Luis Abinader parece estar “inmaculado” de toda culpa sobre las razones de la situación actual. Puede que sea así o no, es decir, que el mandatario sea o no responsable del empeoramiento de la situación local; pero lo cierto es que la población no parece estar culpándolo.

De hecho, muchas personas cuando se les pregunta y se les demuestra que la situación actual es peor que la de hace cuatro años antes de la pandemia, tiende a responder que es verdad, pero que los responsables de eso son los que gobernaron en el pasado, debido a que incurrieron en actos de corrupción y “se lo llevaron todo”.

Lo anterior no es necesariamente verdad. Pero lo que sí resulta cierto es que las autoridades pasadas no tuvieron la habilidad para evitar que se les pegara el mote de corruptos, una percepción que todavía persiste, más si se toma en cuenta que el gobernante actual constantemente da muestras de que no acepta lo mal hecho y de que si bien algunos de sus funcionarios estarían haciendo cosas indebidas, eso no es aceptado por el mandatario.

Visto lo anterior, a la oposición política se le hará difícil convencer a la mayoría de la población votante de que el actual es peor que los anteriores. En las urnas se verá.

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Esteban Delgado

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