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Autoridades de Justicia y del Gobierno dieron inicio este miércoles a un proceso de formación en diferentes oficios para los reclusos de varias cárceles del país con el propósito de que adquieran capacidades que les permitan acceder a trabajos «dignos» una vez obtengan su libertad.
Los programas de formación estarán enfocados, en una primera fase, en áreas como electricidad, electrónica, gastronomía, confección, bar y restaurantes, belleza y peluquería, tapicería y ebanistería, informó la Procuraduría General de la República en un comunicado.
Posteriormente, se incluirán arte en barro, trabajos en cuero y piel, bordados y cintas, elaboración de anillos y pulseras, decoración y bordado en toallas, tallado en madera, confecciones de colchas, confecciones de cortinas, confecciones de pijamas.
Además, tapicería, cocina, repostería, producción de bocadillos, colorista, belleza y uñas acrílicas.
La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, encabezó el inicio del proyecto en la cárcel Najayo Mujeres, San Cristóbal, y que también funcionarán en los recintos de La Victoria, 15 de Azua, Monte Plata, Samaná y Rafey Hombres, Santiago.
La capacitación estará a cargo del Instituto Nacional de Formación Técnico-Profesional (Infotep).
«La formación técnica a lo interno de los centros penitenciarios tiene un valor terapéutico indudable, porque garantiza el desarrollo de habilidades o capacidades útiles para que las personas privadas de libertad puedan encontrar un camino hacia la reinserción social, que es el fin que suele atribuir al sistema penitenciario”, dijo Germán Brito.
De su lado, el director de Infotep, Rafael Santos Badía, destacó que la iniciativa procura liberar a los privados de libertad de la «peor de las condenas» como definió a la ignorancia.
