Por: Laura Agustín

Aunque el término endomarketing pueda sonar completamente ajeno para muchos, actualmente resulta casi impensable que exista un solo empleado sobre la faz de la tierra que no se haya constituido en alguna ocasión en el público objetivo de este tipo de estrategia.

No en vano las organizaciones de vanguardia se apoyan en su área de gestión del talento humano para poner en marcha un conjunto de estrategias de mercadeo interno que, a través de ciertos recursos y beneficios, procuran mejorar la calidad de vida de sus colaboradores.

Dado que “a mayor número de empleados felices, mayor rentabilidad corporativa”, las instituciones procuran satisfacer a su empleomanía para alinearla con su misión, visión y valores. Solamente así es factible sostener en el tiempo: un alto rendimiento empresarial, la competitividad de sus productos y servicios, y la conquista de nuevos mercados.

En función de este desafío, que atañe directamente a la gestión del talento humano, surge el endomarketing. Esta novedosa tendencia que une al área de marketing con la de recursos humanos, se conoce actualmente como uno de los métodos más efectivos para disminuir la rotación de empleados en una empresa.

De hecho, para Saúl Bekin, conocido como su creador, el propósito del endomarketing es diseñar un proceso efectivo de motivación al empleado, es decir, “tratar al empleado como un cliente”. De este modo, al otorgarle un alto grado de dignidad, responsabilidad y libertad de iniciativa, este se compromete con el proceso de planificación y actúa en consecuencia.

Con el endomarketing no solo se fomenta el compromiso organizacional, sino que los colaboradores también se sientan importantes y parte fundamental de la empresa, y para que esto suceda, están las siguientes estrategias: invertir en comunicación interna, promover los valores y las fortalezas de la organización y reconocer el buen trabajo a través de programas o planes de remuneración variable.

Asimismo, este proceso de gestión humana está a cargo de fortalecer las relaciones entre los empleados al incentivar actividades de ocio o hobbies compartidos, de ofrecer entrenamientos que van a favor de su crecimiento profesional dentro de la organización, y por último, y no menos importante, de escuchar las opiniones de los empleados y de tenerlas presentes en la toma de decisiones.

Como está demostrado que la motivación es esa fuerza que mueve al ser humano: ¿por qué no empoderar a la fuerza laboral, comunicándole las metas corporativas? ¿Por qué no conquistarla a través de los múltiples beneficios que traen consigo las campañas de endomarketing? No hay duda de que la suerte está echada, y de que las corporaciones que quieran evolucionar deberán sacar este as de abajo de la manga.

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