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Facebook elimina el grupo de apoyo al fugitivo ultraderechista belga

miércoles 26 mayo , 2021

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Logo de Facebook | Foto: EFE/ Julien De Rosa/Archivo

Facebook ha eliminado el grupo de apoyo al militar ultraderechista belga Jürgen Conings, huido el 17 de mayo y en búsqueda y captura internacional por «amenaza de ataque terrorista», que contaba con casi 50.000 miembros.

El grupo, llamado «Als 1 achter Jürgen» (Como 1 detrás de Jürgen), fue eliminado junto al perfil personal del militar fugitivo «por violar la política sobre personas y organizaciones peligrosas», informó el servicio de prensa de Facebook en Bélgica.

El pasado fin de semana, Conings fue incluido en la lista de los más buscados de Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) por «amenaza de ataque terrorista contra personas y el régimen», después de que la fiscalía federal belga encomendase a un juez de instrucción especializado en terrorismo el caso de este militar, huido desde hace diez días fuertemente armado tras proferir amenazas contra las autoridades y un conocido virólogo.

«El contenido, los grupos y las páginas que elogian o apoyan a terroristas como Jürgen Conings no están permitidos en Facebook o Instagram», añadió la red social.

Sin embargo, inmediatamente después de la desaparición del grupo, surgió una posible nueva página de apoyo al militar en Facebook, que cuenta ya con más de 1.200 seguidores y en la que se acusa a la red social de querer interferir en la moderación de su contenido en línea.

La ministra de Defensa de Bélgica, Ludivine Dedonder, reconoció en rueda de prensa que el apoyo del que disfruta Conings es «preocupante» y aseguró que respaldarle es «apoyar a un hombre que amenaza con herir y matar a personas inocentes».

«El hecho de que algunos soldados o exsoldados hayan mostrado su apoyo dentro de estos grupos daña la reputación y el honor de las 25.000 mujeres y hombres que integran la Defensa», añadió la ministra, en referencia a los militares que han defendido al fugitivo.

De hecho, once soldados que eran seguidos por el Servicio General de Inteligencia y Seguridad Militar (ADIV) por ser sospechosos de tener relación con grupos de extrema derecha vieron revocados este fin de semana sus permisos de acceso a los depósitos de armas y a información clasificada, recordó la ministra.

No obstante, reconoció que más militares que muestran su apoyo a Conings están siendo vigilados, pero aún no pueden tomar ninguna acción contra ellos «porque estamos en un Estado de Derecho y todo el mundo puede opinar», aunque, avisó, «no debemos ir más lejos».

Asimismo, tanto la ministra como el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Michel Hofman, reconocieron haber cometido errores en el seguimiento del soldado.

Hofman también lamentó «profundamente» que ciertos sectores de la población y del ejército vean a Conings como «una víctima, un luchador de la resistencia o, pero aún, un héroe», asegurando que «ciertamente, este no es el caso».

El hombre se encontraba ya en una lista de los servicios de seguridad de 30 militares de extrema derecha considerados potenciales terroristas por haber proferido amenazas contra personalidades políticas y contra el virólogo Marc Van Randst, famoso en el país por la pandemia.

El martes 18, un día después de su huida, se localizó su coche, sin placas de matrícula y con varias armas pesadas en su interior, en las inmediaciones del parque natural Alto Kempen, un espacio de 12.000 hectáreas en el que se concentró la búsqueda y se desplegó un importante dispositivo policial y militar de unos 400 efectivos.

El fugitivo dejó dos cartas a su familia en las que afirmaba que no podía seguir viviendo en una sociedad en la que políticos y virólogos «nos dicen cómo debemos vivir» y mencionaba varias veces a Van Randst, que fue inmediatamente puesto bajo protección junto con su familia en un lugar secreto.

En las misivas añadía que conocía los riesgos de su «misión» y que no le importaba morir. Además, dejó sus condecoraciones militares en la tumba de sus padres, según informó la prensa local.

Las autoridades belgas consideran que el hombre supone una amenaza grave para la seguridad a la luz de las pruebas recabadas, si bien no han aclarado cuáles serían los objetivos.

Agencia EFE

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