Rafael Santos, expresidente de la ADP y dirigente del PRM. Foto Yohan Castillo.
Rafael Santos, expresidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), afirmó este domingo que el sistema educativo dominicano ha estado atrasado mucho antes de la pandemia del COVID-19, por lo cual requiere de un pacto para la modernización y transformación, a fin de adecuarlo a los nuevos tiempos y al desarrollo nacional.
Se basó en que desde que en el país se desarticuló el sistema hostosiano de educación integral, ésta ha sido memorística, atrasada y obsoleta, en la que al estudiante no se le enseña a pensar.
Sugiere cinco puntos para esos fines. El primero es un pacto de todas las fuerzas del país, para revisar el código de trabajo, la del Sistema Dominicano de la Seguridad Social y las leyes de Educación General y de Educación Superior y de Producción, para sustituir las estructuras de trabajo, adaptarlas al desarrollo y crear empleos mejor remunerados, más dignos y de más calidad.
Un segundo de sus cinco planteamientos es crear una ley de conectividad libre, para la democratización del conocimiento, que estima no debe asumir solo el sector privado, sino que requiere la participación del Estado.
Entrevistado en el programa Los Sabios en la Z, que produce el ingeniero Ramón Alburquerque por ZTV en YouTube y la Z101.3 FM, el expresidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), acusó al primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) de retrasar la Ley General de Educación, la 66-97.
El también dirigente del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM) refirió que en esta Ley estaba planteada no solo la reestructuración del sistema, sino su filosofía y su financiamiento, es decir, como pensarla, cómo impartirla y cómo pagarla.
Sostuvo que esta ley en todos sus componentes fue retrasada en el período de gobierno 1996-2000, y fue 17 años después que se aprobó el 4% para la educación.
Rafael Santos cuestionó que los recursos del 4% el Gobierno los haya utilizado para hacer lo que consideró dos grandes negocios, que han sido la construcción de escuelas al estilo bateyes y mal construidas y a distribución de alimentos con bajos componentes nutritivos.
A esto le agregó como negocio, la confección de los uniformes escolares más el tipo de enseñanza que se ofrece, que insistió es atrasada en estos tiempos de la robótica, que plantea nuevos modelos de producción y de educación.
Enfatizó que hace falta planificación e imaginación en los modelos educativos superior y a nivel de media, de manera que se creen dos bachilleratos, en el aspecto técnico y el otro humanístico.
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