El celular, un instrumento tecnológico de uso frecuente y sistemático en las sociedades, tiene sus lados positivos y negativos, pues además de ser utilizado para búsqueda de placeres y sociabilidad, también es un medio de espionaje y causante de graves daños cerebrales, a la salud en general y de tragedias, como muertes por accidentes de tránsito o por celos entre parejas.

Así lo advirtieron los psicólogos clínicos Desiree Jiménez, José Hoepelman y Miron Alexander Swiatkowski Melo al tratar el tema sobre la “adicción al celular” en el programa Entre Adultos, que produce el psiquiatra Héctor Guerrero Heredia y que conduce el también psicólogo clínico Eladio Hernández por la Z101.3 FM.

Como aspectos positivos,  explicaron que el celular, igual que la computadora, puede ser utilizado como un instrumento de trabajo para profesionales y técnicos, pero fundamentalmente para la comunicación y el intercambio de tecnologías, para la amistad, vídeoconferencias y seguridad mediante la vídeovigilancia, así como para la investigación por vía de la Internet. 

Como introducción al tema, Desiree Jiménez definió la adicción como un comportamiento obsesivo y compulsivo que resulta difícil de detener, que puede provocar situaciones epidémicas y hasta brotes de pandemia, como ha ocurrido con las drogas, la violencia, la delincuencia y la criminalidad. 

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Respecto al celular, afirmó que su uso se ha convertido en una especie de pandemia, por su trascendencia mundial.

La analista del comportamiento, advirtió que la adicción al celular es causante de una enfermedad llamada tetafremia, que es la dependencia que genera, a tal punto que el usuario cae en el chequeo frecuente del aparato hasta sin que suene.

Subrayó, a manera de alerta, que el uso frecuente del celular genera una serie de problemas de salud mental, como irritación, problemas oculares, nerviosismo, depresión, obsesión y dependencia, además de provocar situaciones extrema como la agresividad por celos, violencia y crímenes por bullying vía las redes sociales. 

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Advirtió, además, que el uso inadecuado de este aparato cuando se maneja puede ser fatal, por el descuido al peligro en las vías de tránsito, que puede provocar situaciones trágicas c como muertes y heridas graves.  

Sin embargo, afirmó que no todo es negativo en el uso del celular, pues ha habido casos en que ha ayudado a encontrar parejas y la búsqueda de felicidad en el amor.

 De su lado, José Hoepelman también alertó sobre su uso, al sostener que es causante de ansiedad, tristeza, odio y depresión, cuando un usuario es objeto de bloqueos de cuentas o de su comunicación con otra persona.

Coincidió que así como puede ser utilizado con fines positivos, también para objetivos dañinos y peligrosos, como es el espionaje de una pareja a otra, de organismos de investigación y de personas con fines de control, así como para fines terroristas, como lo hicieron .los jóvenes de Boston que aprendieron a construir una bomba casera que accionaron durante una competencia deportiva. 

Manifestaron que los equipos móviles también son utilizados para vías redes sociales influenciar en la gente con fines políticos e intereses particulares y empresariales para publicitar productos, facilidades de créditos e inversión. 

Desiree y Hoepelman afirmaron que el celular provoca casos de celotipias de parte de las parejas y agregaron que en el país se ha estimado que un 50 % de los divorcios está relacionado con el uso de este instrumento. 

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MIron Alexander tras coincidir con las exposiciones de sus compañeros añadió que por la conexión permanente al celular, el usuario puede sufrir de hundimiento del tetacarpio, debido a la afección que sufren las articulaciones de los dedos y las manos, que al atrofiarse requieren de rehabilitación.

“El celular, está tan comprobado que estimula áreas del cerebro, que posiblemente tan dañinas que en Europa se ha prohibido a niños de menos de doce años que siquiera le pongan la mano, como en Francia, porque modifica la estructura cerebral, más de un niño. Se atrofia el cerebro”, precisó el profesional de la conducta.